La historia de amor entre el expresidente francés, François Hollande, y su amante Julie Gayet se convirtió en una de las preferidas por la prensa y provocó un auténtico escándalo en Francia. Mientras ocupó la presidencia, entre 2012 y 2017, las relaciones amorosas de Hollande cruzaron las fronteras, ya que mientras estaba casado con Valérie Trierweiler mantenía una relación secreta con la actriz Julie Gayet. Uno de los elementos clave del affair fue la moto que utilizaba Hollande para escaparse del palacio del Elíseo para visitar a su amante, bautizada popularmente como “el escúter del amor”. Provocó el final de una historia de amor secreto y una acción legal de un guardaespaldas llamado Croissant Man.

Ahora, la famosa moto ha sido vendida por 20.500 euros en una subasta de la casa Château d'Artigny, el doble de su precio de venta y muy por encima de lo que tendría de segunda mano. El precio de salida del escúter Piaggio de tres ruedas, 125 cm³ y 34.000 kilómetros, que ha cambiado de propietario varias veces, era de 10.000 euros.

Una historia de amor marcada por una moto

El vehículo de François Hollande, que se hizo famoso como el escúter del amor, tuvo un papel destacado a la crisis política que marcó Francia en el 2014. Cuando hacía 2 años que estaba al cargo, un paparazzi captó una imagen de Hollande haciendo visitas nocturnas a Julie Gayet. El expresidente vivía junto con su mujer al Elíseo y salía por la noche escondido para poder visitar a su amante. Trierweiler conoció la infidelidad de su marido la noche antes de la publicación de las imágenes en la revista Closer. En concreto, la cita más relevante ocurrió el día de Año Nuevo de 2014 en la Rue du Cirque, en el exclusivo VIII distrito de París.

La revelación de la infidelidad no fue lo que perjudicó la carrera de Hollande, sino su imagen con casco y un traje oscuro en la moto. A partir de aquí, los hechos se produjeron en cadena. La mujer de Hollande ingresó en el hospital por agotamiento, el guardaespaldas de Holande, fotografiado presuntamente llevando el desayuno de Gayet y bautizado como Croissant Man, afirmó que era una víctima y demandó sin éxito a la revista, por revelar su identidad. Posteriormente, Hollande anunció su divorcio y decidió no presentarse a la reelección en el 2017. Finalmente, el amor triunfó y en el 2022 se casó con la que había sido su amante.