En los hogares de España se fuma muy por encima de la media europea, tal como se desprende de un macroestudio publicado este jueves y presentado por ERJ Open Research en doce países del continente. Si bien la media europea es de un 70,2% de hogares libres de humo, en España la cifra cae hasta el 57,6%. Es decir, que se fuma o se permite fumar a los visitantes en cuatro de cada diez hogares españoles. El estudio, con la participación de investigadores del Institut Català d'Oncologia i de la Universitat de Barcelona, se ha centrado en investigar si se fuma o no dentro de la casa, obviando zonas exteriores como los balcones, para valorar la exposición pasiva al tabaco de los residentes.

Los países estudiados, además de España, son Alemania, Bulgaria, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Polonia, Portugal, el Reino Unido —se analizó solo Inglaterra— y Rumania, con datos recopilados entre el 2017 y 2018 de 11.734 personas, un mil por país. Los resultados globales indican que el 70,2% de las personas entrevistadas no permiten fumar en ningún lugar de sus hogares; el 17,5% dijo que tenían algunas normas —por ejemplo, se podía ahumar en la cocina o en ocasiones especiales—, y el 12,3% que no había ninguna restricción.

En los doce países la prevalencia "es relativamente alta", con siete de cada diez domicilios libres de humo, pero con una gran variabilidad entre países, señala el estudio. Inglaterra ocupa el primer lugar (84,5%); seguido de Irlanda (79,4%); Letonia (78,9%) e Italia (75,8). España se sitúa en el noveno lugar (57,6%) y los últimos lugares los ocupan Bulgaria (56,6%), Rumania (55,2%) y Grecia (44,4%). En el caso de España, los datos indican que la prevalencia de hogares sin humo es del 57,6%; aquellos con restricciones parciales el 27,5% y se llega a un 14,9% de casas donde se fuma sin limitaciones.

"Aquí hay poca conciencia de la exposición pasiva al tabaco"

Los datos de casas libres de humo "parecen altos"; sin embargo, "no se tiene que perder de vista que todavía hay un 30% de casas en las que se permite fumar, lo que no es bajo", indica en declaraciones a EFE Olena Tigova, del Institut Català d'Oncologia y primera firmante del estudio. Además, recuerda, el trabajo se enfoca en la población en general, "si miramos solo en casas donde hay fumadores, la prevalencia (de casas sin humo) sería menos alta y es donde normalmente hay más exposición".

España se sitúa en lugares intermedios, pero baja al último puesto cuando se miran solo los hogares en los que hay fumadores. "Aquí hay poca conciencia del impacto de la exposición pasiva al tabaco", agrega la investigadora. De hecho, entre las personas que fuman, la prevalencia de hogares sin humo es del 37,3%, en general, una cifra que oscila entre el 25% en España y el 54,8% en Letonia. Además, en los hogares en los que vive al menos un fumador, el 43,1% declaró tener un hogar sin humo, con la prevalencia más baja en España (26,5%) y la más alta en Inglaterra (60,5%).

Mujeres, personas mayores, con estudios y con niños, las casas con menos humo

Un dato que llamó la atención de los investigadores es que en torno al 13% de los hogares en los que no hay fumadores permiten fumar a los visitantes, señala el estudio firmado entre otros por el Instituto Català d'Oncologia, la Universidad de Barcelona y la Autónoma de Madrid. Es posible que haya una parte de "no hacer sentir incómodo al fumador" indica Tigova, pero también de poca conciencia sobre la exposición al humo pasivo, aunque sea de manera esporádica. Las mujeres, las personas mayores, aquellas con un nivel educativo más alto y las que viven con niños tienen más probabilidades de tener hogares libres de humo, apunta a la investigadora.

Los resultados "sugieren que los hogares sin humo están aumentando gradualmente en Europa en torno a un 1% cada año. No obstante, a este ritmo tan lento, podrían pasar otros 30 años hasta que todos los hogares europeos estuvieran libres de humo", agrega Tigova. En el caso de España, un estudio con datos de 2021, pero centrado solo en hogares con fumadores, señala que el 32% están libres de humo. "Vemos que la situación está mejorando poco a poco, pero comparado con otros países todavía tenemos mucho por hacer", insiste la investigadora. El equipo tiene previsto ampliar su estudio para examinar los niveles de vapeo en los hogares europeos y la exposición al humo ajeno y a los vapores de vapers en los coches.