Joan tenía 30 años cuando murió mientras cumplía las tareas de investigación de un incendio dentro de una nave industrial en Vilanova i la Geltrú donde no había nadie a quien salvar. Y a pesar de todo, perdió su vida. En aquel servicio, Joan empezó las tareas de investigación del fuego como punta de lanza. Entró con su binomio —su compañero indivisible—, y salió al cabo de dos minutos de la nave. Instantes después, se le ordenó volver a entrar, con el mismo compañero, siendo todavía punta de lanza. En esta ocasión, los seguía otro binomio y el cabo. Pasaron dentro de la nave 7 minutos. Y cuando acabaron, en vez de cinco bomberos, salieron cuatro.
Esta es la triste historia de Joan Liébana, bombero de la Generalitat de Catalunya que murió en acto de servicio ahora hace tres años. Y a pesar del tiempo que ha transcurrido, su familia y sus amigos saben todavía muy poco de que pasó exactamente aquel día. Solo saben que nadie avisó de que Joan no había salido de la nave industrial. No fue hasta que pasó una hora de reloj —cuándo el incendio ya había sido apagado— que uno de los bomberos del servicio, haciendo tareas de ventilación, tropezó por casualidad con el cuerpo sin vida de Joan. Nadie lo había echado de menos en toda una hora.
Familiares y amistades han intentado descubrir la verdad, pero se han encontrado con un muro: el de la Conselleria de Interior. Argumentan que desde la dirección de Bombers no se ha tenido nunca la intención de saber qué pasó exactamente. Hasta ahora, solo han obtenido un relato "consensuado y aséptico" de los hechos que no sirve para explicar cómo fue posible que nadie alertara de que faltaba Joan. Hace dos años que el Comité de Seguridad y Salud del Cuerpo de Bomberos dio por finalizada la investigación interna del caso, un paso que la familia y los amigos dicen que se dio de forma "apremiada, con un montón de incongruencias y con el interés último de silenciar las voces que seguían pidiendo la verdad". Y desde entonces ni se ha asumido ningún tipo de responsabilidad ni se han implementado cambios para garantizar que no vuelva a pasar nada similar.
Concentración ante Interior
Hoy, un año más, se ha llevado a cabo una concentración delante de la sede de la Conselleria de Interior para denunciar la situación, con la presencia de unas 150 personas —entre las cuales había también bomberos compañeros de Joan— que han participado en un minuto de silencio después de los parlamentos. "Interior se ha lavado las manos, nos ha mostrado desde que murió que la muerte de Joan los molesta", ha argumentado su padre, también bombero. "Necesitamos verdad para no volver a abandonar a Joan, para hacer justicia, y para que no vuelva a pasar". Para conseguirlo, han iniciado un proceso penal como "única vía" para obtener la verdad, que pronto pasará a la fase oral. En la acusación de la Fiscalía, se piden tres años y tres meses de prisión por un jefe del cuerpo de los Bomberos y dos años para su binomio, acusados de un delito de homicidio por imprudencia grave, según La Directa.