La manifestación de estudiantes de este viernes en Barcelona para luchar contra el cambio climático reunió, a duras penas, a medio millar de personas. Los estudiantes catalanes no consiguieron llenar con creces las calles de la capital catalana y algunos de los manifestantes lamentaban la poca asistencia de la juventud en la convocatoria. No obstante, quedó clara una cosa: que el espíritu de Fridays for Future, el movimiento estudiantil internacional fundado por Greta Thunberg, todavía es vigente a pesar de los estragos de la pandemia.

Casi no había universitarios en la manifestación que pedía derribar el sistema capitalista con el fin de salvar el planeta. A pesar de algunos discursos utópicos y una alabanza continúa a un sistema comunista, la manifestación iba acompañada de una brizna de esperanza: el espíritu Thunberg sigue bien vivo porque los que se manifiestan siguen siendo adolescentes; gente muy joven, la mayoría son estudiantes de bachillerato y algunos de secundaria. Pero casi ninguno de universitario.

ElNacional.cat se adentró este viernes entre los centenares de adolescentes que salieron en la calle para pedirle a las grandes multinacionales "que dejen de pensar solo en sus beneficios" -como aseguraban algunas de las proclamas- para dejar un planeta verde a las próximas generaciones. Hemos hablado con algunos de los jóvenes que marcharon desde la plaza Universitat de Barcelona hasta la plaza de Sant Jaume para saber qué piensan.

¿Por qué salen a la calle? ¿Cuáles son sus ideales? ¿Greta Thunberg es realmente un referente o empieza ya a ser cosa del pasado? ¿Si ya hace tantos años que se habla sobre el cambio climático, por qué es esta la generación que sale a la calle y no las anteriores? Los adolescentes han tratado de contestar a las preguntas de este periódico desde su punto de vista y han dejado claro que se mantienen en la línea de lo que siempre ha intentado la juventud: cambiar el sistema.

Jan, 16 años

Estudiante de segundo de bachillerato. Según él, "sobran los motivos para participar en la manifestación". Se siente decepcionado por la poca asistencia en la movilización porque "el cambio climático nos afecta a todos". Se muestra optimista con respecto a la guerra, considera que la invasión de Ucrania por parte de Rusia "está mal en todos los aspectos", pero intuye que la respuesta de los países no se tiene que traducir en "medidas demasiado graves". Considera que el movimiento iniciado por Greta Thunberg ha ido mutando hasta un discurso que "apunta de manera más directa a las grandes empresas".

Jan, uno de los asistentes a la manifestación contra el cambio climático / Foto: Montse Giralt

Paula, 17 años

Estudiante de segundo de bachillerato y miembro del Sindicato de Estudiantes, la asociación convocante de la manifestación. Culpa el capitalismo de la contaminación y lamenta que "siempre se pide a la clase obrera que hagamos sacrificios, pero después ni gobiernos ni empresas no hacen nada". "Nosotros ya hacemos todo el que podemos con el reciclaje y con recortar gastos", añade. Según ella, esta generación sí que sale a la calle "porque cada vez es más evidente el cambio climático". "Este verano hemos pasado por unas olas de calor bestiales", sentencia.

Paula, uno de los asistentes a la manifestación contra el cambio climático / Foto: Montse Giralt

Marc, 16 años

Estudiante de segundo de bachillerato. Define el colectivo de gente que sale a la calle a manifestarse como "adolescentes implicados en cuestiones políticas que están especialmente preocupados por el cambio climático". "Es importante dar nuestra opinión sobre esta crisis y hacer visible que somos jóvenes con preocupaciones", afirma. Considera que es una gran noticia que el movimiento siga organizando manifestaciones después de la pandemia: "Venimos de una época en que nos hemos tenido que quedar en casa, pero la gente sale porque hay que protestar contra la manera que funciona la sociedad". Opina que su generación es la que ha decidido salir a la calle porque "hay más concienciación". "Lo hemos ido mamando desde pequeños en la escuela", dice.

Marc, uno de los asistentes a la manifestación contra el cambio climático / Foto: Montse Giralt

Paula, 15 años

Estudiante de 4º de ESO. "Los que nos manifestamos somos gente abierta y empática; con miedo de llegar a un futuro en el cual el planeta esté hecho polvo". Paula asegura que está "en contra del capitalismo" y que las grandes empresas "únicamente se preocupen por ellas mismas mientras la contaminación va cambiando completamente nuestro clima". Tiene la esperanza de que en el futuro estas manifestaciones vayan siendo cada vez más masivas porque "el problema no hará nada más que hacerse más grande". Opina que todos estos adolescentes "siguen el perfil" de Greta Thunberg, respetando la diversidad de opiniones que, según ella, hay dentro del movimiento.

Paula, uno de los asistentes a la manifestación contra el cambio climático / Foto: Montse Giralt

Cristian, 24 años

Estudiante de educación y control ambiental. Es una de las excepciones de la manifestación. Es bastante mayor que el resto de asistentes. Explica que ha asistido a la manifestación porque recibió un panfleto y estuvo de acuerdo con toda la lista de reivindicaciones. "Tenemos que trabajar todos juntos para acabar con el capitalismo y con la manera con la cual explotan los combustibles fósiles, porque ya tenemos muchas energías renovables", asegura. Reconoce que nota que ya no pertenece a la generación de jóvenes que salen a la calle, y opina que ellos "tienen mucho más acceso a la información y están mucho más concienciados con lo que es la libertad de expresión". Y acaba: "Es un colectivo revolucionario, y aunque en esta manifestación hayan venido pocas personas, crecerá; todo tiene un comienzo".

Cristian, uno de los asistentes a la manifestación contra el cambio climático / Foto: Montse Giralt