Hace unos días, os explicábamos las historias y leyendas que se esconden en las estaciones de metro fantasma abandonadas a lo largo de la red ferroviaria del área metropolitana de Barcelona. "Todo lo que está en el subsuelo nos genera una curiosidad innata", explicaba Manuel Marina, guía oficial de CultRuta, sin embargo, las estaciones abandonadas que encontramos en el exterior, ¿nos interesan igual?
Salimos de los túneles y analizamos la red ferroviaria en desuso que encontramos por todo el territorio catalán. Joan Carles Salmerón (La Pobla de Lillet, 1987) es el presidente de Terminus CET (Centro de Estudios del Transporte), institución que se encarga de mantener viva la historia y la didáctica del transporte público de Catalunya, en especial del ferroviario. "Las estaciones fantasma son lugares que nos transportan al pasado, que nos generan nostalgia porque podemos observar y palpar lo que nos habían explicado directamente nuestros padres o abuelos", explica el experto e hijo de Carles Salmerón, escritor e historiador especializado en el ámbito ferroviario, fallecido en 2015.
La primera línea ferroviaria
Con Salmerón hacemos memoria y nos remontamos al inicio. La primera línea ferroviaria que se construyó en España se encuentra en Cuba, en La Habana – Güines, en 1837, cuando todavía era considerado territorio español. "En la península Ibérica, sin embargo, la primera línea que se hizo fue la de Barcelona – Mataró, en 1848, de aquí que las primeras estaciones en construirse fueran las del Masnou, Premià, Vilassar y la de la misma capital del Maresme.
La red ferroviaria se construyó teniendo presente los principales lugares de producción industrial. "La revolución industrial no vino con la construcción de las fábricas, vino con el hecho de poder exportar esa producción", dice Salmerón. Una red que se fue ampliando hasta la actualidad, donde, contando con las estaciones de Ferrocarrils de la Generalitat, encontramos un total de 270 - 280 estaciones de tren operativas.
Estaciones abandonadas de ferrocarriles
Centrándonos con las estaciones que están fuera de servicio o abandonadas, el experto las distingue con dos tipologías diferentes: aquellas que tienen un edificio sin servicio pero la estación en funcionamiento —que encontraríamos en torno a unas 80 o 90—, y las estaciones fuera de servicio en las que ya no para ningún tren, llamadas popularmente fantasma, que queda algún rastro y serían unas 15 en toda Catalunya.
Con Salmerón hacemos un repaso de algunas de estas estaciones que han quedado paralizadas en el tiempo:
1. Estación de Vallcarca
En una cala de la costa del Garraf encontramos esta estación abandonada que fecha de la década de los años veinte. Salmerón explica que la estación entró en funcionamiento y daba servicio a los trabajadores de la fábrica de cemento que había al lado, pero, al cerrarse la fábrica, la estación quedó sin usuarios, hecho que provocó su cierre en 1992.
2. Estaciones de Castellarnau, Torrebonica, Llerona, Sant Ildefons y Castellgalí
Todas estas son estaciones que se dieron de baja en los años noventa, cuando "Rodalies hizo una gran renovación". ¿El motivo? Su localización, "estaban situadas en lugares donde no había suficiente población". El mismo experto apunta que el accidente frontal que tuvo lugar hace dos años fue en la estación fantasma de Castellgalí, entre Sant Vicenç de Castellet y Manresa.
3. Estación de Montcada i Reixac – Sant Joan
Dentro de la línea 3, encontramos todavía la estructura de lo que fue la estación de Montcada i Reixac – Sant Joan, clausurada en los años noventa. El motivo de su cierre fue la proximidad de una estación a unos cien metros, que se llevó a todos los usuarios que tenía esta estación.
4. Estación de Premià Nord
Premià Nord era uno de los apeaderos que se construyeron para dar servicio a los pueblos que se encontraban en crecimiento de la línea de la costa. La otra estación que se hizo fue la de Cabrera de Mar – Vilassar de Mar, abierta y en funcionamiento hoy en día -además de la estación histórica de Vialssar de Mar-. Del apeadero de Premià Nord sólo queda una estructura de cemento.
5. Estación de Barcelona – Vilanova
Bajo el Teatre Nacional de Catalunya y la avenida Vilanova de Barcelona, se encuentra esta estación construida en 1972, subterránea y totalmente equiparada para prestar servicio. Una estación que nunca entró en funcionamiento y que hace cinco años, en 2016, fue noticia por un incendio que se produjo en sus instalaciones, debido a la acumulación de desperdicios y otros materiales.
6. Estación del Baricentro
Ubicada bajo el centro comercial Baricentro, con sus andenes y la instalación correspondiente, la estación se construyó en 1982 pero tampoco entró nunca en servicio. El motivo principal fue la construcción de la variante ferroviaria del Vallès, que se hizo para evitar que las mercancías pasaran por el centro de Barcelona.
Como anécdota, el experto en la red ferroviaria catalana detalla y añade a la lista el ejemplo de dos estaciones fantasma peculiares:
7. La estación 'fantasma' del AVE
Aparte de la red de cercanías, dentro de la línea de AVE que recurre entre Barcelona - Madrid o Barcelona - Zaragoza, se encuentra otra estación fantasma, concretamente en El Prat de Llobregat. "Es una estación completamente acabada en la que tenía que hacer parada el servicio AVLO, que nunca ha entrado en funcionamiento". En la estación, asegura Salmerón, nunca ha parado ningún tren desde que se construyó en 2008.
8. Estación de Sabadell – Rambla
"Cuando Sabadell construyó el nuevo túnel que atraviesa toda la ciudad, abandonó la antigua estación de Sabadell – Rambla de los ferrocarriles". Una estación que hoy en día tiene otro uso completamente diferente, y es que se utiliza como centro formativo para los empleados de Ferrocarils de la Generalitat.
La estación —que cerró en el 2016— dispone de un tren en su interior estacionado y de un aula situada en medio de la vía. "Mossos y policías también lo utilizan para hacer prácticas y simulacros", apunta Salmerón.
Estaciones extinguidas y desaparecidas
Aparte de las estaciones fantasma enumeradas anteriormente, Catalunya dispone de otras estaciones abandonadas en las que, en su lugar, ya no queda absolutamente ningún rastro. "En Santa Coloma de Gramenet y en el barrio de Horta habían tenido estación de tren, pero actualmente no queda nada", detalla el experto, que explica que el motivo de su desaparición fue por el poco volumen poblacional que acogían estos lugares entonces.
Antes de acabar, Salmerón explica que leyendas y anécdotas en torno a todas estas estaciones no le constan, pero que sí que era habitual ver a pasajeros esperando el tren en alguna de estas paradas una vez dejaron de ofrecer el servicio. "El tren pasaba de largo causando el malestar del usuario e incluso, alguna vez, se habían registrado algunas reclamaciones".