Las primeras denuncias, las que sirvieron a los Mossos d'Esquadra para judicializar la investigación que ha permitido, después de cuatro años, desarticular la organización de estafas con falsas inversiones más grande nunca localizada en Europa demuestran la capacidad de los cibercriminales. En el momento en que los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil explicaron la explotación del caso se conoció el caso de una mujer mayor de Puigcerdà que había perdido 800.000 euros —560.000 € en falsas inversiones y 240.000 € en honorarios a unos falsos abogados para recuperar las falsas inversiones— pero hay más. Muchas más. Y detrás de cada uno de ellas hay una historia.

La primera estimación es de 17.000 personas víctimas en España de estas estafas durante el último tramo de la investigación, el año 2021, cuando los Mossos consiguieron ponerse en medio de los correos entre los estafadores y las víctimas. Con todo, sin embargo, esta estimación está hecha, detallan los investigadores de los Mossos a ElNacional.cat, solo haciendo un vaciado de los correos con dominio ".es", por lo tanto, el potencial de víctimas puede ser mucho más elevado teniendo en cuenta que la mayoría de personas tienen correos con dominios ".com". Nadie se atreve a predecir cuántas víctimas puede haber solo en España. 100.000? 500.000?

Nunca se podrá llegar a saber. Los Mossos cuentan con recibir denuncias durante los próximos meses, pero también saben que la cifra negra será elevada. Algunos "solo" invirtieron 250 euros y no lo denunciarán. Otros evitarán la denuncia para no quedar en ridículo. Manuel Fernández, uno de los agentes de los Mossos con más conocimiento en cibercrimen explica, sin embargo, que hay víctimas de todo tipo: gente sin experiencia en inversiones y gente muy preparada. La policía necesita que todas las víctimas denuncien.

 

Un jubilado de Tarragona pierde 200.000 euros

Entre las víctimas que los Mossos tienen controladas y que sirvió también para judicializar el caso en el juzgado de la Seu d'Urgell hay un hombre jubilado de Tarragona que empezó invirtiendo 250 euros, que es la cantidad inicial que pedían a todos los estafados, y fue invirtiendo hasta 200.000 euros, que los ha llegado a perder todos. El modus operandi era el mismo que con todas las víctimas.

Los estafadores, con una entrenada ingeniería social, consiguen saber muchas cosas de las víctimas, ya sea por las conversaciones que tienen con ellos o colándose en el ordenador de ellos, con un software malicioso que les permite controlar todos los movimientos que hacen. Saben con quién hablan, qué fondo de pantalla y también qué inquietudes tienen, según sus búsquedas en Google. Pueden perfilar con claridad casi qué quiere oír y escuchar la víctima.

Este hombre de Tarragona, que poco a poco, con las llamadas y mensajes de WhatsApp de uno de los falsos brokers que operaban desde algunos de estos call centers que han desmantelado los Mossos d'Esquadra en Albania, fue haciendo imposiciones de dinero viendo como se multiplicaban sus inversiones, ya estuvieran en criptomonedas como en otros valores que, en común, tenían que no existían. En el caso de la víctima de Tarragona, el jubilado, cuando veía que los estafadores ya no le contestaban, y resignado a perder una parte muy importante de su capital, decidió buscar alguna dirección física en la web desde donde operaba.

Viaja a Inglaterra buscando la empresa

Encontró una dirección en Inglaterra. Cogió un avión y se presentó. La sorpresa, y la constatación de que era una estafa, la tuvo cuando llegó delante del gran edificio donde creía que tenía que haber la empresa que estaba gestionando su fortuna en inversiones Forex. Ni empresa, ni gran edificio. Se encontró una casa casi en escombros y nadie sabía de qué les hablaba. Al volver a Catalunya presentó la denuncia a los Mossos d'Esquadra, una más de estas decenas que ya se han presentado y de las miles que los Mossos esperan recibir durante los próximos días, cuando pongan en marcha una página web donde consultar las webs y empresas para saber si son de estas muchas que durante los últimos cuatro años los estafadores han puesto en marcha y que todavía tienen activas.