Primer revés para Albert Cavallé en el caso del estafador del amor. Dos juzgados de Barcelona le han condenado a un total de un año y medio de prisión por estafar a dos mujeres, con las que se hizo pasar por un inversor bursátil. El joven había sido absuelto en todos los juicios celebrados hasta el momento, de manera que la decisión de los magistrados supone el primer fallo a favor de las víctimas.
Los dos casos en los que se ha declarado a Cavallé culpable siguen un mismo patrón. Ambos se produjeron en marzo de 2016 y los implicados se conocieron a través de la misma aplicación de citas. La relación entre las víctimas y el acusado era de amantes y se vieron casi una decena de veces antes de cortar el contacto en seco.
La primera condena -de seis meses de prisión- la impuso el juzgado de lo penal número 1 de Barcelona el pasado 14 de noviembre. Cavallé estaba acusado de apropiarse de 2.500 euros que la denunciante le había dejado pensándose que era un broker. El joven le habría propuesto invertir, asegurándole rendimientos "cuantiosos" y al ver que las ganancias prometidas no llegaban, la chica se impacientó e intentó sin éxito contactar con el estafador del amor. Ante la insistencia de la víctima, Cavallé le dijo entonces que había sufrido un accidente y que se encontraba hospitalizado.
El estafador negó las acusaciones y aseguró que la denunciante le prestó solo algo más de 1.000 euros "por amistad" y que, a cambio, en concepto de aval, el hombre había entregado a la chica un anillo perteneciente a su abuela de "gran valor sentimental". Según el acusado, cuando él quiso devolver el dinero, la mujer había dejado de contestar a sus mensajes y parecía "que prefería quedarse con la joya".
El segundo fallo a favor de las víctimas, que se agrupan bajo el mismo letrado, la dictó el juzgado de lo penal número 3 de Barcelona el pasado 26 de noviembre. En este caso, el juez condenó a un año de prisión al estafador del amor por hacerse pasar por inversor para apropiarse de 1.000 euros.
Cavallé dijo no reconocer a persona que le había denunciado: "Puede ser que no me acuerde de un affair nocturno, pero de una chica con la que supuestamente he quedado siete veces sí que me acordaría", explicó el acusado, ante la incredulidad de la víctima.
La joven aseguró que el hombre le habría propuesto en una de las quedadas "estrictamente sexuales" invertir 1.000 euros que se triplicarían en un plazo de dos o tres días. Ella confió y en el momento que quiso retirar el dinero, Cavallé le pidió 900 euros más para desbloquear la cuenta bancaria
En la vista, Cavallé reconoció la autenticidad de las conversaciones de Whatsapp presentadas por la acusación, pero señaló que no correspondían a la mujer que lo había llevado ante el juez, sino a otra afectada.
Los jueces de ambos casos valoraron la coherencia y claridad del testimonio de las víctimas que desvirtuaba la versión sin fundamento que defendían el estafador del amor y su abogado. La tesis de la defensa es que todo forma parte de un entramado urdido por la expareja de Cavallé, que estaría actuando por despecho para escarmentarlo y sacarle dinero.