El funeral del papa Francisco, muerto a los 88 años, se celebrará este sábado a las 10.00 horas en la plaza de San Pedro del Vaticano. El féretro del pontífice ha sido trasladado este miércoles desde la capilla de Casa Santa Marta hasta la basílica de San Pedro y los fieles podrán dar el último adiós a Francisco hasta el viernes en capilla ardiente abierta al público. El ataúd del Papa, tal como marcan las normas, se ha colocado en la nave central del templo, cerca de la tumba del primer apóstol, "ante el altar de la confesión, de cara al pueblo." Los restos se exponen a la basílica vaticana porque allí "ha ejercido a menudo su ministerio de obispo de la Iglesia que está en Roma, y de Pastor de la Iglesia universal" y durante 3 días los fieles podrán despedirse de él. Hasta la muerte Pío XII, en 1958, los papas eran velados en la Capilla del Santísimo Sacramento y no se los daba a los fieles esta oportunidad. Después de la capilla ardiente del Papa empieza el camino hacia el funeral con el cierre del ataúd en una ceremonia privada, preferiblemente celebrada en la víspera del funeral.
Ritos funerarios
El cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell, presidirá este viernes a las 20.00 horas el rito del cierre del féretro del papa Francisco en la basílica de San Pedro, pero antes se tienen que celebrar una serie de rituales que contarán con la presencia del camarlengo, los tres cardenales que encabezan la orden episcopal, presbiteral y diaconal, el arcipreste de la basílica en la cual es enterrado, el cardenal que ejercía como secretario de Estado, el vicario del papa para la diócesis de Roma, el sustituto de la Secretaría de Estado, el prefecto de la Casa Pontificia, el Caritativo del papa, el vicecamarlengo, una representación de canónigos de la basílica y de los penitenciarios, el secretario del papa y los familiares del difunto.
El maestro de ceremonias, que será el camarlengo, habrá redactado un acta oficial "que recuerda la vida y obras más importantes del difunto, por las cuales se darán gracias a Dios". Durante la ceremonia, se leerá este texto y algunos de los presentes firmarán dos copias. Una de ellas se introducirá en un tubo de metal —en el pasado era de plomo— con el sello de la Oficina de Ceremonias Litúrgicas del Pontífice, y el otro, será conservado en el archivo de este departamento. Además, el rostro del papa se tendrá que cubrir con un velo blanco de seda "con la viva esperanza de que él pueda contemplar el rostro de Déu Padre, al lado de la beata Virgen y a los Santos".
Otra de las funciones del maestro de ceremonias será depositar dentro del ataúd una bolsa de ropa con monedas acuñadas durante el pontificado, que, según la costumbre, señalan su duración: una de oro por cada año, una de plata por cada mes extra desde el aniversario de su elección; y otros más de bronce, por los días. Todo este |proceso se tiene que producir antes del funeral el sábado, 26 de abril. Por último, el papa Francisco también cambió el manual de liturgia funeraria para permitir su inhumación en un sitio diferente de la cripta vaticana. El papa Francisco expresó su deseo de ser sepultado en la basílica romana de Santa María La Mayor.