El índice de riesgo en las carreteras catalanas, que mide la probabilidad de sufrir un accidente, ha crecido un 5,7% en los últimos tres años, cambiando la tendencia a la baja que se arrastraba desde hace 11. Así se desprende del 23.º estudio IRAP del RACC que analiza el trienio 2021-2023. Este incremento se explica porque la siniestralidad con víctimas mortales o heridos graves ha subido un 14%, pero la movilidad solo lo ha hecho un 8%. El informe ha mostrado que las posibilidades que tenga lugar un accidente grave son 4 veces mayores en carreteras convencionales y que el 45% de los siniestros graves tienen una moto implicada. La Arrabassada vuelve a ser la vía más peligrosa y el tramo que concentra más accidentes es el enlace del A-2 con la B-20, la B-10 y la C-32.
Pero con respecto a la edición anterior, que evaluaba el trienio 2020-2022, el índice de riesgo se ha incrementado un 5,7%, aunque su valor global se mantiene baix.#iRAP #MobilityClub pic.twitter.com/Ry1KApBnxW
— RACC Mobility Club (@ClubRACC) December 11, 2024
En la 23.ª edición del estudio se ha analizado el riesgo de accidentalidad a 6.373 km de la red vial catalana, donde se concentra el 93% de la movilidad del territorio y donde tienen lugar el 78% de los accidentes con heridos graves y víctimas mortales. Para hacer este estudio, el RACC ha contado con la colaboración del Servei Català de Trànsit, del departamento de Territori, Habitatge i Transició Ecològica de la Generalitat de Catalunya y de la Diputación de Barcelona. El estudio IRAP evalúa el riesgo de accidentalidad y la concentración de accidentes teniendo en cuenta el volumen de tráfico que circula por cada tramo de carretera para obtener una radiografía de la distribución del riesgo y conseguir mejorar la seguridad vial en los puntos más afectados.
El tramo con menos riesgo de accidentes
Si bien la carretera más peligrosa de la red catalana es la Arrabassada, la más segura y, por lo tanto, la que tiene menos riesgo de accidentes, es la C-25 entre Gurb y Calldetenes. A pesar de su alta intensidad (más de 20.000 vehículos diarios) no tiene ningún accidente mortal o grave en el último trienio. La sigue el tramo de la A-7 que va de la central nuclear de Vandellós a Cambrils, el de la C-16 entre Navàs y Gironella y el de la B-40 entre Viladecavalls y Terrassa.
Accidentes por tipo de vehículo
Del estudio también se desprende que durante el trienio analizado, en el 45% de todos los accidentes de tráfico con muertos y heridos graves ha habido involucrada como mínimo una moto o un ciclomotor. Además, puntualiza que los tramos con más accidentes de este tipo de vehículos se encuentran mayoritariamente en la Región Metropolitana de Barclelona, excepto el tramo entre Cunit y Sant Pere de Ribes que sería el noveno con más cantidades de accidentes de motos y ciclomotores.
Excepto el tramo entre Cunit y Sant Pere de Ribes, todos los tramos se encuentran en la Región Metropolitana de Barcelona.#iRAP #MobilityClub pic.twitter.com/ggEsU3gt0t
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Con respecto a los tramos con más accidentes de vehículos pesados, 4 de los 10 tramos de esta clasificación ya estaban el año pasado. El tramo con más concentración de accidentes se sitúa en la A-2, entre el enlace con la AP-2 y el enlace con la B-20, B-10 y C-32 El 50% de los accidentes graves de vehículos pesados se concentran en solo el 13,2% de los kilómetros (842 km). Si nos fijamos en los accidentes en bicicletas implicadas, desde el año 2013 han mantenido una tendencia al alza y en el año 2023 ha registrado un nuevo máximo de accidentes totales en bicicletas implicadas. De hecho, 7 de los 10 tramos con más accidentes de bicicleta por kilómetro se encuentran en la demarcación de Barcelona, 2 en Tarragona y 1 en Girona. No hay ningún tramo en la demarcación de Lleida.