Un acto vandálico. Todavía no se sabe quién es el autor o los autores, pero alguien ha dañado unas pinturas rupestres pintando una bandera de España encima. Se trata de tres imágenes antropomórficas de hace más seis mil años, originarias de la época neolítica, situados en el Peñón del Muerto, ubicado en la carretera principal de acceso a la localidad de Solana del Pino (Ciudad Real, Castilla la Mancha). Un autor o grupo de autores de identidad desconocida han pintado encima una bandera española de grandes dimensiones durante el último fin de semana, estropeando las muestras de arte rupestre.
Así lo ha denunciado el presidente de la Asociación Naturalista Aullidos del Valle de Alcudia (Anasma), José Duque, a SER Ciudad Real. Duque compartió este miércoles el acto vandálico en las redes sociales y explicó que "algún patriota de pacotilla, demostrando su alto grado de ignorancia y de catetismo que caracteriza al facherío patrio, ha pintado una bandera de España en el Peñón del Muerto en Solana del Pino, destrozando unas pinturas rupestres de seis mil años de antigüedad." "Malditos sean", ha concluido con rabia el naturalista.
Por su parte, la cadena de radio ha recordado que esta roca ya había sido maltratada a principios del siglo, cuando la gran parte de las pinturas del Peñón del Muerto fueron expoliadas. Además, SER Ciudad Real recoge que "el ultraje a las figuras de arte esquemático adquiere más gravedad en la medida en que remite a una acción vandálica planificada, dado que la altura del promontorio obliga a la utilización de una escalera". En cualquier caso, la gran bandera de España pintada sobre la roca apareció durante el fin de semana, mientras que la publicación de Duque ya ha llegado a miles de personas.
Hechos como este hacen que cada vez cueste más hacer llegar el arte rupestre a la población. La asociación Anasma, que preside el mismo Duque y que trabaja en la difusión de valores y atractivos turísticos, culturales y artísticos de esta zona situada en el límite sur de la provincia de Ciudad Real, se plantea ahora dejar de revelar la ubicación de nuevas pinturas prehistóricas que a día de hoy siguen descubriéndose. Unos hallazgos que se llevan a cabo justamente para preservar las muestras de arte y evitar más actos vandálicos como este, que no hacen más que ensuciar el paisaje y borrar la historia propia de los territorios. Ahora solo falta saber quién ha cometido este ultraje.