Investigadores del Hospital de Bellvitge de Barcelona han comprobado, con datos de 1,9 millones de habitantes, que los días en que aumenta la contaminación del aire se recetan más antibióticos. La contaminación del aire y la resistencia en los antibióticos son dos de los mayores retos de salud pública global, ya que causan más de 10 millones de muertes anuales. Un grupo de investigación del instituto IDIBELL, el Hospital de Bellvitge y el centro CIBERINFEC ha publicado en JAMA Network Open el primer estudio donde se relacionan los dos fenómenos.
Para este estudio, los investigadores han recopilado datos diarios sobre los indicadores de contaminación del aire PM10, PM2.5 y NO2, y las prescripciones de antibióticos por afecciones respiratorias en los centros de asistencia primaria de las 11 ciudades catalanas más pobladas. A partir de un análisis estadístico completo, los investigadores han comprobado que los días en que la contaminación del aire aumenta más se recetan más antibióticos.
La irritación de las vías respiratorias
Según el líder del estudio, Jordi Carratalà, esta relación "podría ser causada porque la polución irrita las vías respiratorias y provoca síntomas parecidos a los de una infección, además de facilitar una infección bacteriana secundaria que se produce mientras el sistema inmunitario está luchando contra las partículas contaminantes". El motivo principal de prescripción de antibióticos en atención primaria son las infecciones respiratorias agudas, aunque en algunos casos el diagnóstico es erróneo porque realmente se trata de infecciones víricas o de otras afecciones que no requerirían antibióticos.
El uso excesivo o incorrecto de los antibióticos acaba provocando la aparición de bacterias resistentes a que causan infecciones que no se pueden tratar. Por su parte, la contaminación del aire por partículas PM10, PM2.5 y NO2 es un factor de riesgo para enfermedades como la demencia, ciertos cánceres y afecciones respiratorias.
Este estudio, que ha incluido unos 1,9 millones de habitantes y más de 8 millones de prescripciones de antibióticos en atención primaria, representa un paso adelante hacia la comprensión de los efectos de la contaminación de aire a la salud pública. Los resultados se suman en el resto de evidencias sobre la necesidad de implantar políticas medioambientales más ambiciosas destinadas a mejorar la calidad del aire y reducir la carga de enfermedades respiratorias, así como el uso excesivo de antibióticos, aseguran los investigadores del estudio.