El fin del mundo ya tiene fecha. Un estudio de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, que se ha publicado en el portal científico Nature Geoscience, apunta a que el mundo se acabará dentro de unos 250 millones de años, cuando la Tierra sea un planeta inhabitable e incompatible con la vida, debido al calor extremo, una actividad volcánica constante y una sucesión constante de fenómenos climáticos extremos. Esta situación provocará que aumenten drásticamente cuando los cinco continentes se vuelvan a unir para formar un nuevo "supercontinente" cálido y seco, que los científicos han bautizado como 'Pangea Ultima', y que sería absolutamente incompatible con la vida. Para la investigación se han utilizado varios superordenadores que son capaces de presentar modelos a largo plazo y que indican que dentro de 250 millones de años el 92% de Tierra podría ser inhabitable para los mamíferos.

"Supercontinente"

Los investigadores han realizado una serie de simulaciones que apuntan a que la actividad tectónica de la corteza terrestre aumentará de forma drástica y causará que los cinco continentes se vuelvan a unir en un "supercontinente", que será caliente y seco, y donde los fenómenos climáticos aumentarán drásticamente por culpa de la unión entre continentes. Los superordenadores han mostrado que este calor sin precedentes provocado por los fenómenos climáticos extremos y por la actividad tectónica y volcánica de este "supercontinente" pondrían fin a la vida humana y de los mamíferos que habitan la Tierra, convirtiéndola así en un espacio inhabitable para los seres humanos.

La creación del supercontinente impulsará el volcanismo, que aumentará los niveles de dióxido de carbono y convertirá la mayor parte de la Tierra en un desierto árido y caliente. En el peor de los casos, solo el 8% de la superficie del planeta sería habitable para la mayoría de la vida de los mamíferos, lo que conduciría a una extinción masiva. Además, las proyecciones del estudio también señalan una tendencia constante al aumento de las temperaturas. El llamado calentamiento antropogénico —provocado por los humanos— no sería lo único que nos llevaría a que la Tierra sea inhabitable, el Sol también aumentaría su emisión de energía y calor hacia la Tierra. "Creo que la vida lo superará", ha afirmado la geóloga Hannah Davies. "Es solo un periodo triste". En paralelo, un investigador de la Universidad de Brístol y autor principal del estudio, Alexander Farnsworth, ha alertado de que en este "supercontinente" las temperaturas serían de entre "40 y 50 °C" e, incluso, podrían ser más elevadas en situaciones extremas en determinados días, que, agravados por altos niveles de humedad, acabarían con la humanidad. "Los humanos y muchas otras especies morirían por la incapacidad de eliminar este calor a través del sudor", ha alertado.