El juzgado de instrucción número 4 de Mataró ha aceptado la querella de la asociación Abogados Cristianos contra la exconcejala de Joventut de ERC en Vilassar de Mar, Montse Gual, por una gincana de contenido sexual con menores organizada el verano pasado en el municipio. Abogados Cristianos representa a los padres de una de las menores que participó y fue fotografiada durante la actividad. Gual irá a declarar el próximo 14 de diciembre, acusada, de momento, de un presunto delito de exhibicionismo y de revelación y descubrimiento de secretos en soporte electrónico de menores de edad, y la concejala renunció voluntariamente a su cargo por la "controversia generada", si bien subrayó que desconocía las actividades concretas. El juzgado ha citado a declarar como testigos al alcalde de la localidad, Damià del Clot, y al técnico de Joventut, Esteve Torrent.
La gincana
La gincana con contenidos sexuales, para menores entre 12 y 30 años, se celebró el pasado mes de julio. Alguna de las actividades que se hicieron a la gincana nocturna era poner preservativos con la boca en plátanos, lamer miel o nata, escenificar posturas del kamasutra o hacer pene y vaginas con plastilina. Las familias de algunos de los menores pusieron el grito en el cielo, que acabó con la dimisión de Montse Gual. Además, durante la gincana los menores de entre 12 y 14 años fueron fotografiados durante la actividad, y las imágenes se distribuyeron a los medios de comunicación sin pixelar. Por esta razón, la magistrada ha pedido un informe de los Mossos d'Esquadra sobre la difusión de las fotografías.
La presidenta de Abogados Cristianos, Polònia Castellanos, ha criticado en un comunicado este miércoles el "intento de hipersexualitzación, de corrupción" de los menores. En este sentido, los padres denuncian que nadie los informó del contenido de la gincana, y por eso participaron niños de 11 a 14 años. El escrito del juzgado hace referencia a alguna de las actividades que organizó el Ayuntamiento de Vilassar de Mar, como "las chicas se tenían que poner contra la pared con el culo hacia fuera y detrás se tenía que poner un chico con un globo en el medio para reventarlo en esta postura".
Desde el Ayuntamiento regido por ERC reaccionaron a la polémica gincana. En un breve comunicado, el gobierno municipal lamentaba el "error de comunicación" y se comprometieron "a tomar medidas para que las futuras actividades se difundan con la información más detallada posible".
No era educación afectivosexual
Solo unas semanas después, la defensora del Pueblo concluyó que la gincana no era educación afectivo-sexual. La institución consideró que las actividades "no cumplían los criterios que este tipo de educación tiene que tener para permitir que los niños y adolescentes reciban la preparación que les capacite para tomar decisiones informadas sobre su sexualidad y sus relaciones de manera libre y responsable". Por esta razón, pidió al consistorio que adoptara las medidas necesarias para evitar que se vuelvan a producir situaciones como esta, a la vez que garantice que todas las actividades relacionadas con la educación sexual y afectiva de los niños y adolescentes se hagan con plenas garantías de calidad y de adecuación a la edad y desarrollo. "También se recomienda llevar a cabo una evaluación técnica externa realizada por expertos en educación sexual y afectiva en jóvenes y adolescentes", indicaba en una nota de prensa.
"La edad tendría que haber sido un elemento básico para el diseño y la planificación de la actividad. Había que garantizar que la actividad era adecuada para el nivel madurativo de los participantes y en uno de los grupos, por ejemplo, coincidieron jóvenes de edades muy diferentes. Eso se tendría que haber evitado", añadía.