Hace casi dos semanas que el nombre de Luis Rubiales suena cada día a causa del beso no consentido que dio a la jugadora de fútbol de la selección española Jenni Hermoso en la final del Mundial del pasado domingo 20 de agosto. El Tribunal Administrativo del Deporte (el llamado TAD por las siglas en castellano) ha estimado parcialmente la denuncia presentada por el Consejo Superior del Deporte y ha abierto expediente disciplinario a Luis Rubiales por el asunto del beso a Hermoso. El expediente, sin embargo, es por infracción 'grave', no 'muy grave'. Eso quiere decir que el Consejo no puede decretar la suspensión provisional del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Si alguien sabe de leyes y sanciones y puede aclarar dudas es el exletrado del Tribunal Constitucional Joaquín Urias, que este sábado por la mañana, en declaraciones en Catalunya Ràdio, ha explicado todas las claves del conocido como caso Rubiales.
"El TAD dice que no se puede suspender preventivamente a Rubiales, porque la ley dice que solo si estamos ante una falta 'muy grave' puede haber suspensión preventiva", aclara Urias, que da a entender así que en el caso de Rubiales, como se ha denominado como falta 'grave' no se contempla la suspensión cautelar. Después del anuncio del TAD, el Gobierno se apresuró a pedir al TAD, a través del Consejo Superior del Deporte (CSE), que suspenda temporalmente al presidente de la Real Federación Española de Fútbol, pero Urias ha subrayado que hay que esperar a que la decisión del TAD sea definitiva para conseguir esta suspensión cautelar que reclamaba este viernes el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta.
Una decisión "extravagante"
El TAD se ha manifestado y, sin embargo, el exletrado Joaquín Urias ha calificado la decisión de "muy extravagante judicialmente hablando; no es una decisión normal", ha aseverado. Urias explica que esta decisión quiere decir que "el tribunal administrativo considera que dar un beso a una inferior, porque al final es el presidente de la Federación hablando con una jugadora, no es abuso de poder. El TAD lo considera solo un gesto feo que atenta contra el decoro del deporte". Por lo tanto, aclara que como 'solo' se trata de un gesto feo contra el decoro, la falta se califica de 'grave' y no de 'muy grave': "El TAD cree que Rubiales no se ha aprovechado de su situación como presidente para dar un beso a la jugadora".
¿Qué pasará a partir de ahora?
Ahora que el tribunal ya ha calificado la posible falta, ha relatado Urias, tendrá que decidir si realmente Rubiales la ha cometido o no, "incluso el tribunal podría decir que no hay falta contra el decoro", ha alertado al exletrado. Sea como sea, el proceso será largo, se tienen que pedir las pruebas y pueden pasar meses hasta que se vea si "hay o no sanción por atentado contra el decoro del deporte", explica Urias.
El exletrado también ha querido explicar una última clave para entender el caso, la diferencia entre la vía administrativa y la penal. Urias apunta que si se quisiera abrir la vía penal sería muy complicado que el caso prosperara, ya que se tendría que demostrar que ha habido un atentado contra la libertad sexual. Finalmente, el exletrado ha vuelto a recordar que a estas alturas el TAD solo puede inhabilitarlo por un tiempo máximo y no indefinidamente, si quisiera inhabilitar a Rubiales para siempre sería si investigara un abuso, una infracción 'muy grave', y no 'grave' como se está investigando.
Rubiales se defiende
Luis Rubiales manifestó el viernes en un comunicado que "en nombre del feminismo no se tiene que intentar hundir a un hombre -ni una mujer- sin un juicio justo". El presidente suspendido de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) mantiene, así, la postura que a raíz del beso que dio a la jugadora Jenni Hermoso ha sufrido "un linchamiento político y mediático sin precedentes", y considera que el asunto "se ha magnificado y excepto contexto por otros motivos". Rubiales se ha mostrado "especialmente" preocupado por la presión en contra suya que ejercen "algunos de los que tienen que proclamar y contribuir a garantizar la separación de poderes", en vez de dejar que la justicia "actúe con todas las garantías".