El paso de la DANA por el País Valencià ha sido trágico, con al menos 62 muertos confirmados hasta ahora y numerosos desaparecidos con motivo de los aguaceros, los desbordamientos de canales y ríos y las inundaciones. Si bien estos fenómenos son habituales en el Mediterráneo, se trata de uno de los episodios más destructivos que se recuerdan, el peor en 30 o 40 años, señala el profesor Ernest Bladé en conversación con El Nacional. Bladé es experto en dinámica fluvial, ingeniería hidrológica e hidráulica de canales y es un investigador vinculado a la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) y al Centro Internacional de Métodos Numéricos a la Ingeniería (CIMNE). El profesor señala que hace tres o cuatro décadas estos episodios también ocurrían, pero que entonces "la ocupación del territorio era diferente" y por eso ahora se vuelven tan destructivos. En este sentido, afirma que el desarrollo urbanístico ha implicado un crecimiento del número de edificaciones y calles en torno a los ríos y canales, en lo que antes eran zonas menos habitadas o directamente campo y zonas de cultivo. Así pues, "el río ocupa de nuevo lo que es suyo", ha avisado al ingeniero hidrológico.

Si bien para decidir dónde edificar se utilizan criterios técnicos relativos al territorio y la meteorología de la zona —hay directivas europeas y los países miembros tienen sus normativas—, afirma Bladé, el análisis que hacen los expertos "no es una ciencia exacta". Al respecto, señala que se determina una probabilidad de inundación basándose en la orografía y en la historia, la documentación de episodios similares en el pasado. Ahora bien, el profesor señala que el escenario climático no es tampoco el mismo y que, con la incidencia del cambio climático empeorando año tras año, todo es menos pronosticable. "Los datos históricos quizás ya no nos sirven del todo para pronosticar escenarios futuros sobre intensidad de precipitación o la rapidez con la cual se producen. Hay una gran incertidumbre", ha apuntado.

Los efectos de la DANA en el barrio de la Torre, en València

"Tenemos que aprender a convivir"

De todos modos, Bladé avisa de que evitar que haya nunca ninguna inundación "es imposible". "Lo que tenemos que aprender con el tiempo es a convivir, a gestionar el riesgo de inundación y a volvernos más resilientes para que cuando nos inundamos no haya tantos daños", ha explicado. Aunque el experto avisa de que todavía "estamos bastante lejos de aquí". "Tenemos que conseguir entre todos que las consecuencias no vayan a peor, que el riesgo de daños, materiales y a personas, disminuya", ha añadido.

Sobre el caso concreto del País Valencià, Bladé señala que, al ser Mediterráneo, es habitual que se produzcan DANA, aparte que hay rieras con muy pendiente en las cuales cuando llueve el agua llega muy rápidamente a los ríos y estos desbordan fácilmente. "Todo eso hace que sea una zona especialmente propensa a sufrir inundaciones y daños", apunta. En este sentido, ha comparado las circunstancias climáticas y orográficas del País Valencià con las del Maresme, en Catalunya.

El profesor Ernest Bladé / Flumen Institute

Podría pasar en Catalunya, "lo que nadie sabe si con la misma intensidad"

Preguntado sobre si un episodio como este puede pasar también a Catalunya con esta DANA, Bladé lo confirma, dada la predisposición similar del Principado a sufrir estos fenómenos, en donde periódicamente hay inundaciones y problemas similares con rieras del litoral, como las del Maresme o en la zona de Salou (Tarragonès). "Lo que nadie sabe si con la misma intensidad o menos", ha apuntado, dado que habitualmente estos episodios "vienen del suroeste y a medida que se desplazan para acá lo hacen con mucha menos intensidad". De todos modos, Protecció Civil de la Generalitat ha avisado este miércoles de que los aguaceros tan destructivos en el País Valencià han sido "puntuales" y descarta lo mismo en Catalunya por esta ocasión.