Ha muerto el espía —y empresario, banquero, diplomático, socialité y estafador— Francisco Paesa, figura emblemática e insólita de la España de los años noventa. Con una vida de película, tuvo mucha presencia a la prensa del corazón y reventó en el foco mediático por su colaboración en la fuga de Luis Roldán, director general de la Guardia Civil rodeado en casos de corrupción, y por su posterior 'muerte' fingida en Tailandia para desaparecer del mapa. Este martes se ha conocido el deceso de Paesa, que murió el pasado 3 de mayo a los 87 años; y lo hizo a Bois-Colombes, municipio en las afueras de París donde residía desde hacía décadas, según ha adelantado eldiario.es.

Nacido en Madrid en 1936, Francisco Paesa Sánchez dejó los estudios de ingeniería agrónoma y emprendió varios negocios en España y en Guinea Ecuatorial durante los años sesenta. Después de una estafa con el pretexto de hacer a un banco central en el país africano, Paesa huye en Suiza y adquiere fama mediática por sus relaciones sentimentales con la empresaria Danielle Tulli y con la socialité japonesa y viuda del primer presidente de Indonesia, Dewi Sukarno. En Suiza, como banquero, en años posteriores será una figura importante de la evasión de capital.

Espía, colabora en la guerra sucia contra ETA

En Suiza también entabló relaciones con traficantes de armas y 1986, Francisco Paesa —que también firmaba en clave como El Zorro— también participó en la lucha contra ETA, vendiendo unas armas con localizadores proporcionados por la CIA y con los cuales se descubrió el almacén de armas secreto de la organización terrorista vasca en la fábrica de muebles Sokoa, en el País Vasco francés. Prestó "servicios" al gobierno de Felipe González, como el espía confirmó. El juez Baltasar Garzón lo quiso procesar, acusado de presionar en un testigo de los GAL, pero despareció.

Muerte fingida en Tailandia

Como también desapareció en 1998, cuando fingió su muerte en Bangkok, Tailandia, después del caso Roldán. Paesa ayudó al entonces director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, a huir después de los escándalos de corrupción en lo que se vio implicado y a esconder millones de euros que había conseguido de forma fraudulenta al frente del cuerpo. Después, además, colaboró con el Gobierno para entregar a Roldán a cambio de una prima. No se lo descubrió después de su 'muerte' fingida hasta el 2004, cuando lo encontró un detective y lo hizo público el diario El Mundo, y después lo entrevistó Interviú.

Más recientemente, también estafó al empresario ruso Alexander Lebedev, propietario de varias publicaciones británicas, y del cual huía después de sacarle millones de euros y se lo vio en el 2011 a Sierra Leona, África. Hacía décadas que vivía oculto a París, y a dónde ha muerto este mayo a los 87 años. Tal fue su fama, que en el 2016 salió a los cines una película sobre él y lo entrevistó la revista Vanity Fair, en su última comparecencia pública.