La familia del atacante de Cornellà que ayer fue abatido a tiros después de entrar en una comisaría de los Mossos armado con un cuchillo al grito de Alá es grande, se plantean denunciar el cuerpo policial por "presunta negligencia". Según explicó el abogado de la familia, David Martínez, en El Nacional la actuación del agente "no es proporcionada ni justificada" porque el hombre sólo iba armado con un cuchillo

El abogado de la familia y la ex pareja de Abdelouahab Taib, David Martínez, tras reunirse con sus clientes en el domicilio familar / EFE

Martínez, que se ha reunido esta mañana con la ex pareja del agresor durante aproximadamente una hora en el domicilio donde vivían, ha descartado completamente que la agresión sea un acto terrorista porque en el registro "no se ha encontrado ni explosivos, ni armas, ni ninguna nota explicando lo que haría, como han apuntado algunas voces de la investigación". 

Según Martínez, el hombre estaba pasando por un mal momento personal a raíz de la separación de su esposa, Luciana, con quien había firmado el divorcio el pasado martes. Él tenía que marchar del piso.

El atacante, Abdelouahab Taib, argelino de 29 años y con NIE español, se dirigió a la comisaría de los Mossos de Cornellà sobre las 6 menos cuarto de la mañana con la intención de hacer una consulta. Llamó al interfono y cuando se le abrió la puerta se "abalanzó", según los Mossos, sobre una agente mientras pronunciaba varias frases en árabe de las que solo se entendía las palabras "Alá es grande". El agente atacada reaccionó disparando contra el asaltante.

Desde primera hora los hechos se trataron como un "atentado terrorista", aunque ayer por la tarde el conseller de interior, Miquel Buch insistía en un "hecho aislado" contra las fuerzas del orden por alguien que no pertenece a ninguna célula yihadista. Los Mossos explicaron que durante el registro no se había localizado ni armas ni explosivos dentro de la vivienda del atacante.

Los agentes policiales tomaron declaración a la ex pareja del asaltante que explicó a los Mossos que en reiteradas ocasiones había manifestado la intención de suicidarse por miedo a ser repudiado por la comunidad musulmana por su condición de homosexual. Según adelantó la Ser, la mujer habría descubierto que era gay y habría comenzado los trámites de divorcio. Él, por temor a ser apartado de la comunidad, explicó en varias ocasiones que quería quitarse la vida. No se descarta que entrara en la comisaría con la intención de "provocar" que lo mataran.