El abogado de los familiares de los dos agentes rurales a los que mató un cazador en Aspa (Segrià), Pau Simarro, presentará una denuncia penal contra la Generalitat por imprudencia temeraria por un delito contra la seguridad de los trabajadores y reclamará una cifra que podría oscilar entre 150.000 y 200.000 euros para cada una de las familias, ha adelantado el letrado en declaraciones a Europa Press.
"Los agentes iban por el campo a pecho descubierto, la denuncia la presentaremos de forma inmediata, esperaremos a que declaren todos los que tienen que declarar en el proceso penal del cazador Ismael R. y acto seguido presentaremos la denuncia", ha afirmado Pau Simarro, este lunes tras asistir a las declaraciones de los cuatro cazadores que acompañaban al autor confeso del doble crimen en la cacería el pasado 21 de enero.
Simarro, que ya tiene experiencia en demandar a la Generalitat por muertes de sus trabajadores -fue el abogado de familiares de los bomberos de Lleida fallecidos en Horta de Sant Joan en 2009- ha señalado que, al margen de la denuncia penal, su despacho iniciará la tramitación de la reclamación administrativa "para que no haya ningún problema de prescripción.
Simarro está planteándose también denunciar al Ministerio del Interior por la concesión de licencia de armas al autor confeso del doble crimen, asegura que está convencido de que el cazador de Vacarisses (Vallès Occidental) quería marcharse del lugar sin confesar las muertes y por ello les dijo a sus compañeros que se marcharan, pero uno de los cazadores le convenció para que llamara al 112.
En este sentido, ha apuntado que le llama la atención que el autor confeso, que es el que organiza la cacería, cuando llama para hacer la reserva al coto y no da ni nombres ni documentos de identidad correctos, y aunque da su nombre correcto y su DNI, no recoge su pase.
Por su parte, la abogada del acusado, Montse Torres, ha sostenido que los cazadores que han declarado como testigos han afirmado que no vieron nada y ha agregado que su defendido, cuando les dijo a sus compañeros "vámonos", no se refería a irse del coto, sino que fueran al lugar donde había aparcado el coche.