Las familias de origen migrante encabezan los hogares en riesgo de pobreza en Catalunya, según un estudio de Save the Children, que ha analizado las principales características de más de 873.324 hogares con los datos de las dos últimas Encuestas de Condiciones de Vida (2017 y 2018) publicadas por el Institut Nacional de Estadística (INE). El 72% de las familias de origen migrante no pueden afrontar gastos imprevistos, y un 20% no puede hacer frente al pago mensual de las facturas de gas, agua y electricidad.
En el contexto de la elaboración y negociación de los Presupuestos Generales del Estado, Save the Children ha publicado este miércoles el informe 'Familias en riesgo' para mostrar por primera vez como son los hogares dónde hay niños y niñas y de qué manera están expuestas a la pobreza.
El estudio de la organización describe cinco perfiles representativos de las familias catalanas con menores a cargo. Cuatro están sobreexpuestas a la pobreza: los hogares con adultos de origen migrante (42.003 hogares); las familias con trabajadores pobres (257.640), entre las que destacan a las madres solas con hijos (15% hogares); las familias con abuelos y abuelas (60.956 hogares), y la clase media rural (160.944 hogares).
En España hay 688.058 hogares donde conviven àvis, padres y nietos en situación de pobreza / Pixabay
El informe señala que el perfil de hogares de origen migrante es el más afectado por la pobreza, seguido de los trabajadores pobres y los hogares donde conviven abuelos, padres y nietos. En este sentido, la pobreza afecta a un 25,8% de los hogares con niños a cargo en Catalunya, y un 14,3% sin hijos. La única solución, según Save the Children, es la inversión. La ONG propone que los presupuestos del Estado aumenten la prestación por hijo a cargo hasta llegar a los 100 euros en el mes.
En total hay 404.000 menores en Catalunya sufriendo pobreza y exclusión, y por todo el Estado son 2,1 millones. Save the Children apunta que el coste mínimo para poder criar un niño o niña en condiciones dignas en Catalunya es de 626 euros al mes, una cifra que puede crecer hasta los 714 mensuales si son adolescentes. Por eso, la entidad también reclama el aumento de inversión en protección social a las familias hasta llegar a la media europea.