Frailes espectrales, un grupo de fantasmas danzarinas o apariciones en el metro: Barcelona esconde un montón de historias de fantasmas, y en este artículo te hemos recopilado unas cuantas. Ten cuidado con visitar estos lugares de noche, por eso: no sea que acabes siendo víctima de una presencia sobrenatural. Antes de dejarte con esta inquietante lectura, solo comentar que los casos aquí recopilados provienen del libro Fantasmas de Barcelona: guía histórica de hechos sobrenaturales, de Sylvia Lagarda-Mata (publicado por Angle Editorial). Y, que si quieres más casos esotéricos, puedes pasar un rato estremecedor escuchando nuestro pódcast Bona i misteriosa nit, a cargo del investigador y profesor Sebastià d'Arbó.
1. La Casa de las Almas
La primera de nuestras historias de fantasmas de Barcelona tiene un título de lo más sobrecogedor, ¿no crees? Esta casa existió en la calle de la Cera. Era un caserón rural que habría encajado perfectamente en una película de Expediente Warren: muros descoloridos, ventanas negras, puertas que se caían al más mínimo soplo de viento... En su momento, muchos barceloneses evitaban pasar por esa casa de noche porque veían espectros de frailes asomar por sus ventanas. ¿Y por qué de frailes? Porque la última dueña del caserón fue una mujer que, durante la noche de la quema de los conventos de 1835, se dedicó a usar su peine de agujas finas para sacarles los ojos de los frailes moribundos, atacados por los revolucionarios. Esta mujer perversa, poco tiempo después de sus malas artes, empezó a enfermar: terrores, sudores fríos, delirios... Todo muy extraño. Los médicos de la época no sabían qué le ocurría. En uno de sus delirios febriles, se tiró por el pozo de su casa, donde fue encontrada, ya muerta y podrida, tiempo después. ¿Fue víctima de una maldición debido a sus terribles actos en vida? Quién sabe. Desde entonces, se dice que tanto esta asesina como los frailes se dejaban ver ante aquellos valientes, o incautos, que pasaban por la calle de la Cera.
2. Las fantasmas danzantes de La Rambla de Barcelona
Hace mucho tiempo, en el tramo de La Rambla que se encuentra entre el Teatre Principal y el Liceu, había un campo abierto donde los frailes cultivaban en sus huertos. Cerca de allí, donde hoy está la calle Arc del Teatre, había un sendero inhóspito donde las meretrices buscaban clientela por la noche. Pues bien, en el 24 de junio, vigilia de Sant Joan, si caminabas por la calle del Arc de Teatre de noche, te acababas topando con unas fantasmas danzantes que, además, tocaban con sus flautas etéreas una música lánguida e hipnótica. ¿Lo peor de la visión? Que a estos espectros les faltaba la cabeza. Se decía que, si alguien escuchaba su música, estaba condenado por siempre a bailar con ellas. Hay muchos intentos de explicar este fenómeno sobrenatural, pero el más popular asegura que las fantasmas eran las meretrices de antaño, que fueron condenadas por los frailes a vagar por siempre en el mundo terrenal una vez muertas por llevar una vida pecaminosa.
3. La vampira del Raval
Esta historia no es literalmente de fantasmas, pero es un clásico de la historia negra de Barcelona así que bien vale la pena rescatarlo. Enriqueta Martí fue una suerte de bruja que tenía muchos pisos en los barrios de Gracia, Sants y el Raval donde vendía sus pociones y ungüentos a los ricos del momento. Lo que estos no sabían era que Enriqueta usaba grasa de niños y niñas secuestrados para realizar estas pócimas (y para sacarse un dinerillo extra vendiendo, por ejemplo, la sangre sobrante a los enfermos de tisis de la burguesía). Su caso es truculento, complejo y repleto de misterios. Así que si quieres saber más sobre la vampira del Raval, te animamos a que leas el artículo que escribió para ElNacional.cat el investigador del mundo oculto Sebastià d'Arbó, o que escuches su pódcast especial a continuación.
El caso más oscuro y sangriento que ha aterrorizado las calles de Barcelona, explicado por Sebastià D'Arbó
4. La dama endemoniada
En la lujosa mansión medieval de la calle Lledó número 6 vivió, en el siglo XIX, una viuda que se había abocado a una vida de desenfreno y lujuria. Sus excesos llegaron a tal punto que le acabó visitando el párroco de la iglesia dels Sants Juts i Pastor para advertirle que Cristo se había presentado ante él con un mensaje: si la viuda no rectificaba y enmendaba su vida, recibiría un severo castigo. Lejos de hacer caso, la protagonista de esta historia decidió organizar una de las mayores orgías jamás realizadas en Barcelona. Después de la bacanal, la ricachona recibió la visita de cuatro caballeros bien trajeados. Aunque primero la viuda los recibió de buen grado, descubrió que algo no iba bien cuando descubrió las colas endemoniadas que asomaban por sus vestidos. Cuando quiso intentar huir, fue demasiado tarde. ¿Qué ocurrió en la mansión aquella noche? Solo corren leyendas al respecto. Solo se sabe que, al día siguiente, encontraron a la viuda muerta en su cama de una forma tan atroz que ni las crónicas de la época se atrevieron a describirlo...
5. Los espectros del metro de Barcelona
Sí, hasta el metro de Barcelona tiene sus fantasmas. En concreto, algunas personas aseguran haber visto espectros vagando tanto en el andén de la estación de Rocafort (L1) como sobre las propias vías. Cuando se ha preguntado a los expertos del mundo sobrenatural, estos argumentan que pueden ser las almas en pena de las numerosas personas que, por desgracia, decidieron usar el metro para quitarse la vida. En el inicio del servicio, se llegaron a contabilizar hasta 4 suicidios por mes. En el mundo espiritual, estos incidentes acumulan una cantidad tremenda de fuerza negativa que, en lugar de desaparecer hacia otros planos dimensionales, queda atrapada en el mundo terrenal en forma de espectros, poltergeist, voces misteriosas...
6. El fantasma de Canaletes
¿Sabías que en su momento los barceloneses tenían miedo de pasar cerca de la fuente de Canaletes por la noche? Corría la leyenda de que, al atardecer, aparecía un espectro por la zona. Algunas fuentes le visten con un sudario, y otras, con una larga capa negra. El miedo hacia este fantasma se hizo atroz, cuando, en una ocasión, asustó a dos chicas que estaban llenando sus cántaros de la fuente al acercarse a ellas de forma sigilosa. Después de este acontecimiento, las autoridades decidieron dar caza a la aparición... pero no volvió a hacer acto de presencia. Desde entonces, los avistamientos de esta entidad son muy esporádicas... ¡pero ten cuidado! No vayas a ser una excepción.
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7. El fantasma de Viladomat
Pese a recibir este nombre, en realidad este fantasma aparecía en el solar del antiguo Cine Provença. Era un espectro tan famoso que, en 1917, cuando empezó esta leyenda, llegaban a reunirse por la noche hasta 4.000 barceloneses (según ABC) para intentar ver al aparecido. En concreto, este espectro empezó a asustar al personal justo después de que se demoliera el antiguo cine para construir un bloque de pisos. Los albañiles decían que oían gemidos aterradores por la noche, o que escuchaban cómo algo o alguien correteaba en los pisos de arriba, cuando en teoría no había nada. Hasta la policía decidió poner cartas en el asunto, y en una ocasión unos agentes enviaron a dos pastores alemanes valientes y fieros al piso donde supuestamente gemía el fantasma. Los canes volvieron despedidos por los aires, como si una fuerza sobrenatural les hubiera proyectado del lugar. Algunas personas creen que el fantasma era del antiguo dueño del cine, que se había suicidado cuando su negocio llegó a su fin, pero quizás es más inquietante dejar este misterio como irresoluble, ¿no crees?