Ya está en Catalunya Fàtima Ofkir, que ha aterrizado esta mañana en el aeropuerto de El Prat y ya se ha reunido con su familia en un lugar apartado lejos de los focos y los periodistas. Así lo ha confirmado este sábado por la mañana el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en declaraciones a Catalunya Ràdio. La joven de L'Hospitalet de Llobregat llega después de haber sido amnistiada por el sultán de Omán, país en el que ha pasado los últimos siete años en prisión. Ofkir fue condenada a cadena perpetua por tráfico de drogas, después de ser captada de adolescente por una red de narcotraficantes que operaba desde España.
Albares ha asegurado que la joven está emocionada y ha afirmado que lo más importante ahora es que tenga tranquilidad para reunirse con sus padres y recobrar la normalidad. Fàtima fue incluida en la amnistía que el sultán concede cada año tras el Ramadán. Ha sido gracias a las gestiones de sus representantes legales, Vosseler Abogados, y a la intercesión, entre otros, del propio ministro Albares, del empresario Antonio Sagnier y del juez Baltasar Garzón, del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero o de los exministros de Exteriores Margallo y Moratinos. Hasta el expresident de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, llegó a presentar un suplicatorio en el Parlamento Europeo pidiendo su extradición, cuando era eurodiputado.
La joven, vecina de l'Hospitalet de Llobregat, cumplía cadena perpetua después de que fuera captada por una red de narcotraficantes y enviada a recoger un paquete con siete kilos de morfina a un hotel omaní y transportarlo. Si bien la joven se arrepintió antes de llevar a cabo la misión, la policía omaní ya le había seguido la pista e irrumpió en su hotel, donde encontró en un armario el cargamento de droga. Fue en agosto de 2018, cuando ella tenía 18 años. Se lo propusieron malas compañías de su barrio, La Florida: llevar la mochila desde allí y a cambio pasar unos días a un hotel de lujo en la capital omaní. No se sabe si la joven sabía la naturaleza de la misión o lo descubrió al abrir la mochila ya en el país islámico. Todo el despliegue diplomático ha sido para evitar que una mala decisión de una chica tan joven le cueste el resto de su vida, el argumento que ha esgrimido también su representación legal desde Barcelona.

Fàtima se convirtió en la española más joven del mundo cumpliendo una condena en un país extranjero. Según Vosseler Abogados, el proceso judicial de Ofkir estuvo "plagado de irregularidades" y su primer abogado "se limitó a conseguir el dinero reunido por la familia sin cubrir diligentemente el caso, en un juicio en el que Fàtima estaba totalmente desamparada, sin saber árabe ni entender nada de lo que estaba pasando". Desde entonces, Fàtima ha estado encarcelada en el penal de mujeres de Moscat. En el penal, estaba obligada a usar un burka, rezar cinco veces al día y solo podía hablar telefónicamente con su familia un minuto cada quince días. A la joven le dieron la opción de cambiar su cadena perpetua por la pena capital, "una terrible opción que ella, en una depresión fuertísima, se llegó a plantear", aseguran sus abogados.