Dos semanas más tarde que estallara el escándalo por el beso no consentido de Luis Rubiales, presidente, ahora suspendido, de la Real Federación Española de Fútbol a la campeona del mundo Jennifer Hermoso, medio millar de personas se han concentrado este lunes en la Plaça Sant Jaume para condenar los actos del directivo y dar apoyo a la futbolista. En esta concentración, que ha sido menos numerosa que otras celebradas por todo el Estado, las organizadoras han insistido en que el beso no consentido de Rubiales a Hermoso es una "agresión sexual no consentida así como un acto de violencia sexual y de poder machista". La mayoría de asistentes al acto han sido mujeres de todas las edades, desde niñas pequeñas a abuelas, aunque también ha reunido hombres para denunciar el machismo del presidente suspendido de la RFEF, algunos de los cuales llevaban la camiseta de la selección española de fútbol. Todos los concentrados han sacado una tarjeta roja a Rubiales para demostrar el rechazo del movimiento feminista de Barcelona tanto a su actitud durante la final del Mundial como a su discurso machista en que se negó a dimitir y culpabilizó a Hermoso.

"Se ha acabado", el lema más repetido

Los que lo aplauden cuando insulta en Hermoso son lo mismo que él, también son responsables. Fuera de todos los cómplices de Rubiales", han pedido a las organizadoras del acto durante la lectura del manifiesto. El viernes pasado, el Parlament, sin el apoyo de la derecha, reclamó la dimisión tanto del andaluz como del presidente de la Federación Catalana de Fútbol, Joan Soteras. "Se ha acabado, ni las mujeres ni una gran mayoría de vuestra audiencia aceptamos la impunidad ni la banalización con bromitas o memes", han insistido. De hecho, se ha acabado ha sido uno de los cánticos más repetidos, utilizando el mismo lema que las compañeras d'Hermoso utilizaron para mostrarle su apoyo después de los ataques de Rubiales. En esta línea, también han destacado las muestras de apoyo que ha recibido a la futbolista por parte de compañeras de profesión que ni siquiera la conocen, como equipos de los Estados Unidos.

Desde el escenario, las organizadoras han puesto el foco en la importancia de denunciar los casos, como hizo Hermoso, dejando claro que el beso que le propinó el directivo no era consentido. Durante el acto, se ha leído también este comunicado de la futbolista que publicó a través de su sindicato, después del discurso victimista de Rubiales. Tal como han lamentado, son muchas las mujeres que tienen miedo a ser estigmatizadas o perder su sitio de trabajo si denuncian su caso, hecho que provoca que los agresores "crean vivir en la impunidad". En un escenario colocado delante el Ayuntamiento de Barcelona en la plaça Sant Jaume, las feministas han pedido también a los hombres que no sean cómplices del machismo con su silencio: "Solo entre todos lo acabaremos erradicando".

Aragonès, Verge y otros representantes políticos, en la concentración

Desde que estalló el escándalo por|para el caso Rubiales, la mayoría de partidos han querido dar apoyo a la futbolista, aunque después políticos como el alcalde o la presidenta de la Comunidad de Madrid hayan asegurado que la polémica ha sido un invento de la izquierda. En esta concentración en apoyo de Hermoso había representantes de diferentes formaciones, como ERC, los comunes o el PSC, que se han repartido entre el público, y también el presidene de la Generalitat, Pere Aragonès, la consellera Tània Verge y la secretaria general del Deporte, Anna Caula. Estas dos últimas han subido al escenario después de que las organizadoras hayan pedido a las administraciones "medidas efectivas" contra la violencia machista". Verge, como ya ha hecho en otras ocasiones el Gobierno, ha criticado el posicionamiento de la Federació Catalana de Futbol y ha pedido la renovación de la junta y de los planteamientos, protocolos y políticas "para que se implemente de verdad la igualdad de género en el mundo del deporte".