El paso de la DANA en el País Valencià ha dejado al menos 220 muertos, además, de la destrucción de calles, negocios y domicilios. Casi dos semanas después de la tragedia, uno de los problemas añadidos son las infecciones que pueden provocar el agua estancada que hay en las zonas más afectadas por el temporal. El que se convirtió en la cara más visible de la gestión de la covid-19 en España, el epidemiólogo Fernando Simón, ahora vuelve a la primera línea por la gestión de la DANA en el País Valencià. Simón es el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que formará parte del grupo de coordinación de la respuesta de Salud Pública creado para abordar, entre otros asuntos, los brotes infecciosos por las aguas estancadas de las zonas afectadas por la DANA. La decisión la anunció la ministra de Sanidad, Mónica García, a través de sus redes sociales. En este comunicado también aseguraba que, a pesar de algunas fábulas que están circulando a las redes sociales, la Conselleria no había detectado hasta el momento ningún brote por|para las inundaciones del temporal. "Pero el peligro está allí y trabajamos para prevenirlo", sentenciaba García.

Control de las infecciones

La DANA, que ha provocado inundaciones en buena parte de los territorios adyacentes a València, abre la puerta a posibles infecciones y a brotes infecciosos. El ministerio de Sanidad advierte que podrían ser "muy peligrosas", y por esta razón se ha ordenado la irrupción del CCAE para reforzar la alerta y la respuesta. Una de las principales críticas de la población afectada es que no se han recibido consignas de protección sobre estos posibles brotes, una situación que se quiere revertir con este grupo de actuación que tiene el objetivo de actualizar protocolos e instrucciones para "intensificar las labores de detección, muestreo, identificación y seguimiento. Sin embargo, la incorporación de Fernando Simón no será inmediata, ya que está de baja. De momento, la responsable de coordinar la estrategia de vigilancia de salud pública en València contra la DANA será María José Sierra, médico especialista en medicina preventiva y salud pública y epidemiología.

"No bajemos a la guardia y redoblemos esfuerzos para actuar antes de que pase más tiempo desde el inicio de la exposición", subrayó la ministra García. A estos efectivos, además, se suman al resto del territorio nacional: la Dirección General de Salud Pública de la Generalitat Valenciana, la Dirección General de Salud Pública del ministerio de Sanidad, así como la Agencia Española de Medicamentos y el Instituto de Salud Carlos III. Este grupo diseña los protocolos para la detección precoz de los casos de infecciones con potencial epidémico derivados de las aguas torrenciales. En este caso, estudiarán las aguas y el lodo mezclado con aguas fecales.

Las infecciones por la DANA

La acumulación de agua estancada y barro, el mal funcionamiento del alcantarillado y los cuerpos sin vida que hace días que se descomponen bajo el agua hacen que el riesgo de infección entre las personas que trabajan las tareas de limpieza se dispare. Desde hace días, las autoridades sanitarias alertan especialmente de la ingesta de agua o alimentos contaminados. Desde el ministerio, hacen una serie de recomendaciones, como por ejemplo, para las personas que están haciendo tareas de limpieza se les aconseja evitar que participen personas con problemas respiratorios, niños y embarazadas; utilizar ropa de manga larga, pantalones largos, máscara, protector ocular y guantes. Además, hay que lavar las manos con agua y jabón o gel hidroalcohólico después de retirarse los guantes y lavar con agua caliente y detergente la ropa contaminada con aguas residuales.

Los podólogos también han advertido que la dermatitis y los hongos son las lesiones más frecuentes en los pies después de la exposición prolongada a la humedad a consecuencia del uso de botas de agua o el contacto con el barro durante periodos muy largos de tiempo. Por eso, desde el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana han lanzado una serie de recomendaciones para reducir el máximo posible las lesiones en los pies y en las uñas durante las tareas de limpieza que se realizan a las zonas afectadas por la DANA. "El primero que tenemos que hacer es intentar proteger los pies de la humedad, para mantenerlos secos y aislados; por eso son necesarias las botas de agua o el uso de calzado confeccionado con materiales impermeables", explica el podólogo y miembro de la junta directiva del ICOPCV Jorge Escoto.