Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) recuperará en otoño el histórico "tren Granota", un convoy de la serie 400 que circuló por las líneas del Vallès entre los años 40 del siglo pasado y hasta 1995, cuando se renovó y modernizó el grueso de convoyes. Su retorno, sin embargo, será puntual y como muestra del pasado histórico de la empresa ferroviaria, una experiencia a caballo entre el turismo y la nostalgia que permitirá hacer el recorrido entre la estación de Les Planes y los finales de línea S1 y S2, en las ciudades de Terrassa y Sabadell, respectivamente. La acción se enmarca en la Estrategia de Patrimonio de FGC, que prevé disponer de un tren histórico a cada una de sus líneas.
Muchos lo recuerdan y otros han oído hablar, pero ahora, además, podrán subir, de nuevo o por primera vez. El "tren Granota" debe su nombre al aspecto que ofrecía, con una carrocería donde predominaba el color verde y con unas luces frontales redondas y ubicados en la parte de arriba, ofreciendo una imagen cuando llegaba a la estación que recordaba a una rana.
"Estos trenes de la serie 400 se empezó a construir una vez acabada la Guerra Civil, a principios de los años 40 del siglo pasado, en los talleres de la compañía en Sarrià, en Barcelona, hasta mediados de los años 70," recuerda Antoni Gras, responsable de Planeamiento y Patrimonio Histórico de FGC. Esta es una rareza, dado que en los primeros años de posguerra la situación económica al conjunto del Estado era precaria, pero el sector ferroviario fue una excepción, como también la línea del Vallès, afortunadamente poco dañada durante el conflicto bélico.
Tecnológicamente no eran ninguna revolución, dado que eran parecidos a los que la J.G. Brill Company hacía correr con sello americano, pero su diseño permitió hacer varias series, como la 500 o la 800. "El convoy que se conserva está formado por un coche de los años 40, uno de los 60 y otro de los 70, no tienen diferencias apreciables y circulan formando una composición única", señala Gras.
De funcionamiento eléctrico, el coche del medio es remolcado, mientras que los dos de los extremos son automotores. Dos de ellos son de tercera clase, con asientos de madera, mientras que el tercero es de segunda clase, con asientos tapizados con el terciopelo verde característico de la casa.
En funcionamiento hasta 1995
A pesar de dejar de fabricarse a mediados de los años 70, siguieron circulando por las líneas vallesanas hasta el año 1995, coexistiendo con los trenes 111. La incorporación a la línea de los 112, que modernizaron el servicio y permitieron crear al conocido como "Metro del Vallès", supuso sacar de la circulación la serie 400 y las incomodidades que comportaba, como ahora el hecho de que eran altos y para subir comportaba una complicación añadida o que no disponían de aire acondicionado.
Su interior es un museo con ruedas, con elementos auténticos que se han restaurado o que se han adherido de otros vagones de la serie. Carteles advirtiendo de la obligatoriedad de llevar billete, frenos de mano de emergencia, veladores en las ventanas para evitar que el sol picara de cara o la maquinaria para hacerlos funcionar, con los carteles originales que se ponían de manera manual en frente para distinguir si se dirigía a Sabadell o a Terrassa, son algunos de los elementos de los cuales se puede disfrutar desde dentro.
Experiencia abierta a la nostalgia
El tren volverá a circular por las líneas del Vallès, de manera excepcional y con una finalidad divulgativa. Aunque inicialmente lo tenía que hacer en el 2020, la pandemia torció los planes y no será hasta el próximo otoño que el "tren Granota" volverá a rodar con pasajeros.
Lo hará en una fecha todavía para cerrar, si bien FGC hará que el viaje empiece a la estación de Les Planes, de estilo modernista, para visitar el vestíbulo. Desde allí el convoy llegará hasta los finales de línea de Sabadell y de Terrassa, pero no hará lo mismo con el otro extremo, en la ciudad de Barcelona, por la pendiente que hay y que no es recomendable para "no forzar la tecnología".
"No se podrá subir con una T-10, hará falta hacer una reserva y pagar un precio simbólico", destaca el presidente de FGC, Ricard Font. La puesta en funcionamiento del tren se enmarca en la Estrategia de Patrimonio, que quiere divulgar el pasado de la compañía a través del portal web, de los espacios de interpretación que FGC tiene por todo el país y de un tren histórico en cada una de sus líneas.
Así, junto con el "tren Granota" se trabaja para revisar y rehabilitar a la línea Llobregat-Anoia un tren formado por coches de madera de finales del siglo XIX y principios del XX. En estos dos se sumarán a los actuales trenes históricos de la compañía que ofrecen o pueden ofrecer servicio comercial, como son el Tren de los Lagos a la línea Lleida - La Pobla, el Coche Salón del Tren de Cremallera de Núria o el Funicular de Gelida.
Actualmente, FGC dispone de 74 trenes conservados y que próximamente el público podrá conocer de primera mano, a más de dos millones de documentos digitalizados y unas 30.000 fotografías que también se han digitalizado. "Todo se encuentra a disposición de la gente, y también se han depositado en el Archiu Nacional de Catalunya, en Sant Cugat del Vallès, como testimonio de la historia del país y del mundo ferroviario", añade Font.
Paralelamente, este mes de marzo ha empezado la construcción de una nueva nave de material histórico en la estación de Martorell – Central donde se expondrán algunos de los trenes que han circulado a lo largo de los años en la línea Llobregat – Anoia. Se suma a lo que hay en La Cotxera de Rubí (Vallès Occidental), que recientemente se ha cubierto para conservar, entre otros, el "tren Granota" y un Automotor Brill 19 del año 1916, cedido en depósito a FGC por la Associació d'Amics del Ferrocarril de Barcelona.