Hoy, 10 de diciembre, hacemos balance de una de las citas navideñas más esperadas del año: la Fira de l’Avet d’Espinelves 2024, que ayer bajó el telón después de nueve días de intensa actividad. Esta 43.ª edición ha consolidado una vez más su reputación como el acontecimiento de referencia en Catalunya para adquirir el árbol de Navidad y disfrutar del ambiente mágico de este pequeño pueblo de Osona.

Una edición con gran afluencia de visitantes

Este año, la feria ha atraído miles de visitantes que, a pesar de las bajas temperaturas, no han querido perder la oportunidad de pasear por las calles engalanadas de Espinelves. Se calcula que entre el 30 de noviembre y el 8 de diciembre se han vendido más de 4.000 abetos, confirmando el interés creciente por esta tradición de Navidad. La variedad de árboles, incluyendo las especies autóctonas como el 'pi roig' y el 'pi blanc', ha hecho las delicias de familias que han encontrado el árbol perfecto para decorar sus hogares.

Más que árboles: gastronomía y artesanía

Además de los abetos, la feria ha destacado por su amplia oferta de productos gastronómicos y artesanales. Embutidos, quesos, turrones y otras delicias han sido protagonistas en las paradas, mientras que los artesanos locales han expuesto productos únicos ideales para regalar. La combinación de estos elementos ha hecho de la Fira de l'Avet una experiencia completa para los visitantes.

Actividades para todos los públicos

Durante estos días, Espinelves ha estado lleno de actividades para todas las edades. Los más pequeños han disfrutado con los talleres de magia, el pintacaras y paseos con ponis, mientras que los espectáculos de música tradicional, como las charangas de los Grallers de Banyoles o los Grallers del Montgrí, han animado las calles en varios momentos del día. También ha tenido gran éxito el pasacalles de figuras de bestiario festivo, que ha cerrado la edición con un baile espectacular en el centro del pueblo.

Transporte y logística

Como en ediciones anteriores, el acceso a Espinelves ha sido uno de los mayores retos logísticos de la feria, pero el sistema de aparcamientos habilitados en la entrada del pueblo ha facilitado la llegada de visitantes en coche. Aunque las opciones de transporte público son limitadas, muchos han optado por combinar la visita a Espinelves con otros mercados navideños próximos, como el Mercat Medieval de Vic.

Un cierre con buen sabor de boca

Con esta edición, la Fira de l’Avet d’Espinelves ha demostrado una vez más que es mucho más que un mercado navideño. Es un acontecimiento que une tradición, naturaleza y cultura en un entorno privilegiado, ofreciendo una experiencia única a sus visitantes. Ahora, Espinelves vuelve a la calma habitual, pero ya empiezan los preparativos para la próxima edición, con la ilusión intacta de mantener viva esta tradición tan especial.