Una condena elevada. El fiscal ha criticado con contundencia la actuación de 4 agentes de los Mossos de Esquadra en la detención "sin motivos y con abuso policial" de un joven en el barrio de Ciutat Vella, el 13 de noviembre de 2020, en su informe de conclusiones en el juicio ante la Audiencia de Barcelona, este jueves. Por eso, solo ha aceptado rebajar de 8 años y medio a 7 años y medio de prisión la condena que pide para cada uno de ellos, a los cuales acusa de los delitos de lesiones, detención ilegal, contra la integridad moral y de falsedad documental por haber falseado el atestado y asegurar "falsamente" que el joven dio una patada al cabo inculpado.
En la vista, el fiscal ha propuesto la rebaja de 1 año de prisión al aplicar la atenuante de reparación del daño solo en el delito de daños, porque los acusados han pagado, antes del inicio del juicio, los 3.400 euros para la víctima, como pedía la Fiscalía, aunque la abogada del chico reclama 30.000 euros. Por su parte, Laura Medina, acusación popular en nombre de Irídia, ha mantenido la petición de 15 años de prisión y 22 años de inhabilitación al cargo. Por el contrario, los abogados del cabo y de los tres agentes ha pedido su absolución al considerar que su actuación fue correcta.
El vídeo, prueba clave
La prueba inculpatoria clave ha sido un vídeo que grabó una vecina de la actuación de los agentes, aquella noche, cuándo identificaban a unos jóvenes por estar en la calle a pesar de superar el toque de queda por la pandemia de la COVID-19. El fiscal y las abogadas de las acusaciones han asegurado que todo el mundo tiene que poder grabar las actuaciones policiales, que los tiempos han cambiado, y que las acciones que se ven en el vídeo se han corroborado con la declaración del chico, de la vecina y de la forense, al describir las lesiones sufridas por el joven: dientes rotos y lesiones en la cara y tobillos, al ponerle el bastón policial. Los abogados de los agentes, pero, han insistido que se vulnera el derecho de Defensa porque en la causa "no está el video original".
"La llave que le hizo el cabo para tirarlo al suelo es una acción muy peligrosa, además tres agentes se pusieron encima. Ningún agente comprobó ni preguntó qué le pasaba al detenido", ha recriminado al fiscal. El representante del Ministerio Público ha asegurado que el joven "no agredió a ningún agente", y que por la minuta hecha, el joven fue acusado falsamente de lesiones leves y atentado contra la autoridad, que al final se archivó con la difusión del vídeo sobre la actuación policial en las redes sociales.
Por el contrario, el abogado Josep Maria Fuster-Fabra, defensor del cabo, ha asegurado que su actuación fue correcta. "Le da un golpe en la cara como técnica de distracción, que se hace cuando la persona se pone gatillo, y después le hace una llave con un acompañamiento al suelo:, y esto es lo que se enseña en la escuela de policía".
Con un tono elevado, Fuster-Fabra ha concluido: "El señor Corbacho es un líder carismático en los Mossos, y Asuntos Internos creó una causa contra él."
Agentes dolidos
En el turno de la última palabra, y en castellano, el caporal se ha disculpado por si su declaración fue vehemente y ha exigido: "¡Que no se me acuse de racista, que tengo familia de Cuba!" También en castellano, los otros tres agentes han asegurado que han pasado "tres años difíciles". Uno de los agentes acusados ha destacado que actuaron como el cuerpo policial exige. Un segundo agente, emocionado, ha afirmado que cumplió órdenes del caporal y que espera seguir ejerciendo de agente, y que recientemente ha salvado la vida de un señor. Finalmente, el tercer agente investigado también ha indicado que hace 15 años que está en el cuerpo "sin ser denunciado y que su tarea es vocacional".
El presidente del tribunal de la sección 7.ª de la Audiencia de Barcelona ha dictado, el final del juicio, con el visto para sentencia, a las tres del mediodía.