Un caso grave de racismo en la policía catalana. La fiscalía de la sección de Delitos de Odio pide tres años y seis meses de prisión a un cabo y cinco agentes de los Mossos para agredir e insultar a un joven de color, en una actuación en Sant Feliu Sasserra (Bages), en enero de 2019. Además, el fiscal solicita que sean inhabilitados como agentes de los Mossos y de policía local durante cuatro años e indemnicen al joven con 10.000 euros, y hace responsable civil subsidiario a la Generalitat. Los agentes, de la unidad ARRO, fueron trasladados, pero no suspendidos, tal como exigía el Parlamento. Ahora, los abogados de los agentes tienen que presentar sus escritos de defensa, y la Audiencia de Barcelona fijará la fecha del juicio.
Los hechos pasaron el 10 de enero de 2019, cuando el cabo y los agentes, del Área Regional de Recursos (ARRO) de la región policial central, recibieron un requerimiento judicial para actuar en un delito leve de ocupación en una fábrica abandonada a la calle Manresa, de Sant Feliu Sasserra. Allí encontraron al joven, Wubi, y -según el fiscal Ramon Menac- "de común acuerdo, con ánimo de menoscabar su integridad física y moral, con profundo rechazo hacia el color de su piel, lo empujaron, cayó al suelo y le propinaron varias patadas a la altura de las costillas y lumbares, Además un agente le cogió de la cabeza y lo golpeó contra el suelo en varias ocasiones". En el escrito de acusación, el fiscal también reproduce los insultos que le dijeron mientras lo detenían. "Tú eres un mono, eso es lo que eres, eres chusma de mierda", "¿Kunta tienes plantación de maria"?, son algunas frases que le dijeron mientras lo detenían. El chico pidió que no le pegaran más. Por todo esto, el fiscal los considera autores de un delito de atentado grave contra la integridad moral con la agravante de racismo, y pide para cada uno de ellos una condena de tres años y seis meses de prisión. Y también los considera autores de un delito leve de lesiones a pagar una multa de 1.800 euros. Las entidades convocaron una manifestación contra las agresiones racistas en Manresa, en el 2020.
En activo
El verano del 2020, el Departamento de Interior anunció que mantenía en activo los seis mossos de escuadra investigados por la agresión racista ocurrida a Sant Feliu Sassera, a pesar de la propuesta del pleno del Parlamento que instaba a apartarlos del servicio. Entonces, el responsable de Interior, Miquel Buch, descartaba acordar la suspensión de empleo a los agentes imputados para evitar imponer una "medida irreversible" a cuatro agentes inocentes, dado que todavía no se había podido discernir quién son los dos autores de la agresión racista. Ahora, ha quedado claro que la fiscalia acusa a los seis agentes y bno solo a dos que lo habrían pegado. El cuerpo de los Mossos lamentó los hechos, que calificó de "aislados". Ahora, los seis agentes son a un paso de juicio y continúan en activo, todo y que haciendo tareas de oficina.