Emílio Sánchez Ulled, uno de los fiscales anti corrupción de Catalunya, intervendrá hoy por primera vez en el juicio del caso Palau.

El Fiscal de larga trayectoria y profesionalidad destacada por sus colegas, también para los abogados defensores que lo han tenido que sufrir, hace 9 años está detrás de la investigación del expoli del caso del Palau. Por su carrera profesional, precisamente, la Fiscal General del Estado, le encargó la acusación del Ministerio Público en el juicio por el 9N de Artur Mas, Joana Ortega y Irene Rigau.

Fue el fiscal que, estando de guardia el 9 de noviembre del 2014, desestimó retirar la urnas y tomar medidas cautelares cuando llegaron las primeras denuncias contra la consulta el mismo día que se hacía la jornada participativa alegando la falta de proporcionalidad en la acción judicial delante de una jornada que estaba transcurramos con total normalidad.

Emílio Sánchez Ulled, era el portavoz de la Fiscalía catalana, cuando estalló el caso del Palau de la Música. Y fue uno de los fiscales que investigó la desviación de fondo públicos a partir de una anónimos a quien Hacienda, hasta aquel momento, no había hecho caso. Dio credibilidad a la denuncia y destapó lo que ha acabado siendo el primero y mayor caso de corrupción en Catalunya, que en su momento tocó una institución como el Palau de la Música, sacudió la opinión pública y la burguesía catalana que hasta aquel momento veían a Fèlix Millet un referente cultural y social del país.

Hoy el fiscal anti corrupción intervendrá por primera vez en el juicio en el apartado de cuestiones previas, después de que ayer lo hicieran los abogados de la defensa y los de los responsables civiles.

Emílio Sánchez Ulled es quien tiene también la claro al mismo tiempo de aceptar el pacto con Jordi Montull para rebajar la pena de prisión de su hija. Gemma Montull se enfrenta a 27 años de prisión, según el escrito de acusación de la Fiscalía.

El pacto, pendiente del Fiscal

Fuentes del Ministerio Público afirmaban en ElNacional que el acuerdo no está cerrado y que "es una posibilidad, como en todos los juicios". Sin embargo, si llegara a buen puerto el acuerdo, el fiscal podría rebajar hasta 3 años de prisión -dos de ellos sustituibles por multa- su petición de condena de Gemma Montull mediante la aplicación de circunstancias atenuantes, previsiblemente una de ellas la de confesión. El objetivo de la defensa de los Montull sería implicar en este posible pacto, que no todavía no está cerrado, el resto de acusaciones particulares y populares, para asegurarse así que el tribunal no pueda imponer a la exdirectora financiera una pena superior a la acordada.

A cambio, inculpar CDC. La antigua Convergència ya está imputada por un pressumpte desvío de 6'6 millones de euros y de utilizar la Fundación del Palau para la adjudicación en dedo de obra pública durante los años que gobernó en Catalunya a Jordi Pujol. El abogado del ex presidente, por cierto, Cristobal Martell, es una de las defensas. Representa los intereses de la empresa Ferrovial acusada de pagar comisiones por conseguir las adjudicaciones de obras, como por ejemplo, la misma Ciutat de la Justícia donde durante 4 meses se hará el juicio del Palau de la Música.

Y en medio de la negociación y sólo empezar el juicio, la presión de Jordi Montull en una sola frase al salir de la sala de vistas: "La semana que viene será más divertido". La semana que viene le toca declarar a él, a Fèlix Millet y a Gemma Montull y podría ampliar la confesión que hace hacer hace 9 años delante al juez y acabar implicando a más actores.

Sánchez Ulled, fue uno de los Fiscales catalanes que compareció junto con la Fiscal Superior de Catalunya Teresa Compte, en una de las pocas ruedas de prensa que ha hecho el Ministerio Público, para pedir celeridad en la investigación del caso del Palau cuando el juez ni imputaba Fèlix Millet y Jordi Montull, que ya habían confesado, ni los citaba a declarar.

La segunda sesión del juicio empieza a las 9'30h en la Ciutat de la Justícia. Está previsto que se acabe a las 15h, y que haya una pausa a media mañana. De momento, y a la espera de que declaren los acusados, el espectació está más a fuera que dentro de la sala de vistas con la llegada y salida de Millet y Montull y lo que puedan decir a los periodistas que se cruzan con ellos en los pasillos.