La fiscal general del Estado, María José Segarra, ha asegurado hoy que los jueces y fiscales velan por la libertad de expresión y por el secreto de las fuentes periodísticas. Lo ha explicado cuando le han preguntado por el Caso Cursach, ya que ayer agentes de la Policía Nacional requisaron teléfonos móviles y aparatos corporativos de la agencia de noticias Europa Press Balears y a la redacción del Diario de Mallorca.
El objetivo era el de saber las fuentes de información de los periodistas con relación a una filtración periodística sobre la actividad fiscal de las sociedades del empresario de ocio nocturno Bartomeu Cursach, que se publicó aunque la pieza estaba declarada secreta.
Antes de participar en un acto sobre delitos de odio, celebrado en el Consejo General de Abogacía, Segarra ha dicho que no está preocupada por si se ha vulnerado el artículo 20 de la Constitución, que protege la libertad de expresión e información, en el marco de esta causa de presunta corrupción del Caso Cursach que investiga la audiencia de Palma.
Condena periodística
La fiscal general ha hecho estas declaraciones poco antes de que varios periodistas le entregaran un escrito con más de 200 firmas de profesionales de la información en el que se condenaba la incautación que hizo la policía a los periodistas, una actuación que fue apoyada por la Fiscalía.
Segarra no ha querido hacer más declaraciones sobre el caso, ya que de momento sigue siendo secreto. Sin embargo, ha reconocido entender la "inquietud" sembrada entorno en los registros de ayer.