La Fiscalía pide que los dos activistas de la plataforma Futuro Vegetal —que admitieron en el juzgado que protagonizaron una protesta en el Museo Egipcio de Barcelona contra la cumbre del clima (la Cop27) que se hacía en Egipto en el 2022— sean condenados por un delito intentado de daños sobre el patrimonio histórico a una pena de multa de 4.500 euros cada uno, según el escrito de acusación al cual ha tenido acceso ElNacional.cat este jueves. Además, la fiscal de Medio Ambiente pide que los dos jóvenes indemnicen al museo con 12.458 euros por los daños sufridos en objetos, que ensuciaron con un líquido similar a la melaza. Inicialmente, los Mossos de Esquadra incluyeron en su atestado a dos periodistas que cubrieron el acto, y finalmente la titular del juzgado de instrucción 18 de Barcelona, archivó el procedimiento contra ellos. La defensa de los jóvenes, ejercida por Xavier Iniesta, ya indicó que asumían su responsabilidad, y seguramente, en su escrito de defensa, que tienen que presentar en septiembre, no se pedirá la absolución.

La acción de protesta se produjo la mañana del 12 de noviembre de 2022, y los dos jóvenes la centraron en el interior del Museo Egipcio de Barcelona, propiedad de la Fundación Privada Arqueológica Jordi Clos, que ejerce la acusación particular. Según el escrito de acusación de la fiscal, los dos activistas se dirigieron primero a la sala inferior, donde está la exposición Tutankhamón. Historia de un descubrimiento, que "se compone de varios objetos de gran valor cultural de este acontecimiento". Sacaron cuatro botellas de plástico con un líquido viscoso con alta concentración de azúcar y lo lanzaron de manera directa contra los efectos expuestos en esta sala. Acto seguido, los dos se pusieron cola sobre sus manos y se engancharon sobre los cristales de las vitrinas-nicho. Ante esta actuación, el Museo tuvo que valorar si se habían afectado objetos de valor histórico, como un sarcófago original, que finalmente se descartó.

Riesgo de daños en material histórico

Para la Fiscalía "los acusados actuaron conjuntamente y de manera concertada, bajo el pretexto de un acto reivindicativo, siendo conscientes del elevado valor cultural de los objetos sobre los cuales desplegaron su acción, asumiendo el riesgo derivado de esta, en una ejecución previamente planificada". En concreto, indica que uno de los acusados fue al Museo un día antes para localizar "la sala adecuada a sus propósitos" y también convocaron a periodistas para cubrir "su ataque a los bienes culturales".

La limpieza y recuperación de los objetos

La Fiscalía destaca que no se produjeron más daños por la actuación rápida de los responsables del Museo. Precisa que a consecuencia de los actos desplegados por los acusados, el vidrio frontal de las vitrinas-nicho se vio impregnado por el material vertido, sin que los objetos arqueológicos de su interior se vieran afectados. "Los acusados se aseguraron que el producto vertido penetrara en la vitrina que contenía conteniendo el sarcófago original", sostiene la fiscal.

Añade que "tan solo la rápida intervención de los profesionales del museo y los tratamientos aplicados evitó el pretendido resultado lesivo irreparable para los bienes integrantes del patrimonio cultural". Detalla que hizo falta una actuación urgente consistente en la apertura de la vitrina, retirada del sarcófago, limpieza de la urna y un seguimiento del estado de conservación de la obra de manera semanal durante un periodo de tres meses.

Por todo eso, la fiscal pide que los dos activistas sean condenados a una pena de multa de 10 meses con una cuota de 15 euros, y que indemnicen el Museo Egipcio con 13.000 euros, ya que los 3.000 restantes los ha pagado la aseguradora.