El paso de barca de Flix vuelve a estar en funcionamiento desde este día 1 de febrero después de su retirada para reparar a fondo sus dos laúdes de madera. Las embarcaciones que lo forman, 'Democràcia' y 'Assumpció', las dos únicas de madera y construcción tradicional que se conservan en el tramo catalán del Ebro, fueron trasladadas hace dos días desde el varadero de Vinaròs donde han sido reparadas durante los últimos seis meses. Según el Ayuntamiento, más allá de las revisiones que pasan cada década, la actuación ha sido esta vez más profunda y exhaustiva que las anteriores para renovar y poner el día las embarcaciones. La Diputación de Tarragona y el Idece han sufragado parte de los gastos, unos 200.000 euros en total.
En estos momentos, el paso de barca se encuentra en la fase final de legalización como puente móvil por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Según el consistorio, no hay posibilidad de legalizar este tipo de embarcaciones con otra fórmula. La Diputación de Tarragona ha asesorado a los ayuntamientos tanto de Flix como Miravet, que también conserva su paso de barca, a la hora de efectuar el trámite, que cerrará un proceso abierto durante años y que los mantenía en situación "alegal".

Esta legalización, además, tiene que permitir internalizar al personal que hasta ahora operaba la barca, que era un autónomo mediante una concesión. Así, y según el Ayuntamiento de Flix, durante los próximos meses se completará el proceso de que pase a ser personal propio del consistorio quien se encargue de maniobrar el paso de barca. Paralelamente, el Ayuntamiento de Flix explorará la declaración del paso de barca como un Bien Cultural de Interés, ante la constatación de que su importancia "va mucho más allá de ser un simple medio de transporte y merece algún tipo de protección cultural".
La extracción de las embarcaciones
Las embarcaciones se han reparado en los astilleros de Vinaròs, y llegaron el 15 de julio de 2022. para sacarlas del río, se tuvieron que hacer muchas maniobras ya que el estado de las embarcaciones era delicado porque siete meses antes una riada casi las hunde. El proceso de extracción consistió en toda una serie de maniobras costosas, dado que la retirada se tuvo que hacer de manera muy cuidadosa y por fases, desmontando la embarcación dentro del río. El paso de barca está formado por dos laúdes tradicionales de principios del siglo XX de dieciocho metros de longitud y ocho toneladas de peso cada uno y uno techo de madera que une las dos embarcaciones.
Así pues, en una primera fase se procedió a hacer la extracción del tensor del cable tractor y, a continuación, se sacó el techo de diez toneladas de peso, una tarea muy dificultosa dadas las grandes dimensiones de la superficie. Acto seguido, se retiraron los timones y los puntos de unión entre los dos laúdes y se extrajeron las dos embarcaciones del agua cargándolas a los vehículos de transporte especial encargados de transportarlas hasta los astilleros de Vinaròs.