La segunda sesión del juicio por el caso Nadia ha arrancado este miércoles con las declaraciones de una médica forense del Instituto de Medicina Legal de Lleida, quién ha desmentido que la vida de la menor corra "riesgo inminente de muerte", tal como había defendido ayer ante la Audiencia de Lleida Frenando Blanco, padre de la Nadia. Según la profesional citada, no existen estudios concretos sobre la esperanza de vida de los pacientes con tricotiodistrofia, la dolencia sin cura que sufre la menor. Sin embargo, ha asegurado que actualmente "hay personas con la misma enfermedad que todavía viven con 30 años".
En relación con los supuestos tratamientos genéticos por los cuales Nadia había recibido punciones en la nuca, la médico ha informado que este tipo de prácticas en la actualidad sólo se pueden llegar a realizar de manera "experimental". Además, en este sentido, la forense ha aseverado que en el caso de hacerse modificaciones genéticas serían a nivel embrionario, "ni mucho menos en una niña de 5 años, ya que todo el código genético en estas edades ya está transferido".
Sin rastro de Houston
La forense ha explicado que justo al nacer Nadia ya presentaba un aspecto físico que indicaba que tenía alguna patología y, a raíz de la sospecha, se le practicaron una serie de pruebas que confirmaron el diagnóstico de tricotiodistròfia. Alteraciones cutáneas y oftalmológicas, problemas en el desarrollo del lenguaje, trastorno de hiperactividad y espasticidad en los músculos son algunos de los síntomas que, según los informes, presentaba Nadia desde una temprana edad. Finalmente, la doctora ha negado tener ningún documento de hospitales de Houston (Estados Unidos) y tan sólo le consta un informe en inglés perteneciente a una clínica de Francia.
Por otra parte, el director asistencial y pediatra del Hospital de la Seu d'Urgell (Alt Urgell), Jordi Fàbrega, ha explicado mediante videoconferencia que los padres de Nadia se negaron a entregar al hospital cualquier informe que acreditara la enfermedad de su hija. En este sentido, el pediatra ha asegurado que, a pesar de entender que los padres tienen el derecho de no entregar la información, "sí que nos sorprendió porque teníamos otros niños con enfermedades minoritarias y los padres siempre nos lo explican todo".
Además, ha añadido Fàbrega, desde el Hospital de la Seu d'Urgell ofrecieron a los padres de Nadia derivar el tratamiento de la menor en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, ya que existe una unidad especializada en enfermedades minoritarias. Aunque la amplia mayoría de los tratamientos hubieran estado cubiertos por la sanidad pública, los padres de Nadia, ha asegurado al pediatra, denegaron la mencionada ayuda. Preguntado por los posibles tratamientos que recibió Nadia en Houston (EE.UU.), Fàbrega ha explicado que compañeros del Hospital de la Seu d'Urgell se pusieron en contacto con centros de esta ciudad americana y jefe de ellos tenían constancia que existieran este tipo de terapias.
Durante la segunda sesión del juicio de hoy celebrado en la Audiencia de Lleida también han declarado otros testigos como padres del colegio de Nadia en Organyà, los cuales han manifestado sentirse "engañados" por Fernando y Margarita.