Aunque miles de personas han conseguido pisar la cumbre más alta del planeta, el Everest, de 8.848,86 metros, pocas son las que han conseguido sumergirse y adentrarse en las profundidades más absolutas de la Tierra, en la fosa Challenger, el punto más profundo de la fosa de las Marianas, un lugar que todavía hoy en día esconde muchos misterios por descubrir.

La fosa de las Marianas es considerada la zona más profunda de la Tierra, situada al oeste del océano Pacífico, cerca de las islas Marianas y Guam. La fosa tiene forma de media luna y mide más de 2.500 kilómetros de largo ―el equivalente al viaje de ida y vuelta de Madrid a París― y 69 kilómetros de ancho, según la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration). La profundidad total es de 11.050 metros, que equivaldría a recorrer toda la avenida Diagonal de Barcelona de punta a punta, sumándole un kilómetro de regalo.

El punto más hondo del océano se encuentra en torno a los 11 kilómetros de profundidad

Grafismo: Maria López

El segundo punto más profundo del océano es el llamado Sirena Deep, también en la fosa de las Marianas, a 200 kilómetros al este del primero, con una profundidad de 10.809 metros.

Las expediciones a las profundidades más extremas

La primera embarcación que midió la profundidad de la fosa de las Marianas, con una cuerda ponderada, fue el Challenger (1875), que registró una profundidad de 8.184 metros. 76 años más tarde, en 1951, la fosa de las Marianas volvió a ser noticia por la expedición del British Survey, Challenger II. De aquí que el punto más profundo sea conocido con el nombre del abismo Challenger.

En 1984, enviaron una nueva embarcación para investigar y recopilar datos de la zona mediante una sonda de resonancia con el fin de elaborar un mapa del fondo oceánico. El sistema permitió a los científicos recoger datos medioambientales sin poner en peligro ninguna vida humana. Una nueva investigación en 2010 de la Universidad de New Hampshire (Estados Unidos) obtuvo datos más precisos de su profundidad: 10.994 metros, casi 11 kilómetros de profundidad.

James Cameron presentando en San Francisco su expedición / Fuente: CC

Dos años más tarde, en 2012, la expedición más famosa en este punto oceánico se llevó a cabo a manos del director de cine James Cameron, que realizó una inmersión en solitario e histórica hasta el fondo del abismo Challenger. La inmersión la hizo en un submarino llamado Deepsea Challenger, y recogió datos y ejemplares desconocidos hasta el momento. Un hecho que aportó información relevante para los científicos sobre una de las partes menos conocidas del planeta.

Las últimas expediciones que se han hecho en la zona son de finales del 2020 y principios del 2021. El 10 de noviembre del pasado 2020, el submarino Fendouzhe descendió hasta los 10.909 metros de la fosa, tripulado por tres investigadores con la finalidad de obtener nuevas muestras e imágenes que permitan seguir descubriendo especies y cómo es este lugar del fondo marino.

El sumergible Fendouzhe consiguió una inmersión récord en la fosa de las Marianas

La última expedición data de días atrás, cuando, el pasado mes de marzo, un robot en forma de pez caracol se sumergió hasta llegar a los 10.900 metros de la fosa. Un robot adaptado con una estructura de silicona que imita ―como el propio nombre indicia― a una especie de pez que habita a 8.000 metros de profundidad, capaz de aguantar las altas presiones a las que se ve sometido.

Qué se esconde en el punto más profundo del planeta; ¿hay vida?

La zona fótica de los mares y de los océanos es aquella donde llega la luz y, por lo tanto, donde se desarrolla la mayor parte de la actividad de los organismos que habitan en ellos. Esta zona está comprendida desde la superficie hasta los 200 metros, donde la luz empieza a escasear. De los 200 a los 1.000 metros de profundidad, la fauna que habita allí todavía se puede guiar por la vista, pero, a partir de los 1.000 metros, se entra en una zona afótica donde la luz ya no está presente.

Sin embargo, ¿hay vida a 11 kilómetros de profundidad? Sí, y más de la que se podría pensar. Científicos e investigadores trabajan para conocer nuevas especies que habitan en la zona y que todavía no tienen catalogadas. Las profundidades de las Marianas son un lugar donde la vida resulta muy dura debido a las condiciones que predominan: más de 1.000 atmósferas de presión ―cuando en la superficie es de una―, 4 grados de temperatura y una vida completamente a oscuras. A pesar de todo, existen animales y organismos adaptados a vivir en estas condiciones.

Pez caracol de las Marianas / Fuente: Mackenzie Gerringer. Universidad de Washington

Resulta complejo elaborar un listado entero y esmerado de las especies que habitan en estas profundidades, porque todavía hay muchas que no se han catalogado y que viven en profundidades donde las condiciones dificultan tomar muestras y su posterior estudio, pero sí que destaca una que se ha descubierto recientemente y que los investigadores han podido estudiar.

El pez caracol es capaz de soportar una presión equivalente al peso de 1.600 elefantes

Este es el pez caracol de las Marianas (Pseudoliparis swirei), uno de los organismos que habitan en las profundidades más absolutas del océano, descubierto a más de 8.000 metros bajo el nivel del mar. De aspecto pequeño y traslúcido, el pez caracol es capaz de soportar una presión equivalente al peso de 1.600 elefantes, según detallan los científicos. Una especie que vive rodeada de otros organismos presentes en las Marianas.

Plásticos en el punto más inhóspito del planeta

A 11 kilómetros bajo el nivel del mar, en el punto más remoto y profundo del planeta, la contaminación por plásticos también está presente. Un hecho que puso de manifiesto el equipo encabezado por Victor Vescovo, que batió el récord mundial de inmersión al descender hasta los 10.935 metros de profundidad. "Ha sido decepcionante ver que hay contaminación de origen humano en el punto más profundo del planeta", declaraba Vescovo ante los medios, donde él y su equipo fueron testigos de encontrar una bolsa de plástico y envoltorios de caramelos.

Vescovo encontró plástico en las profundidades más absolutas del Pacífico

El origen de la fosa de las Marianas

¿En qué momento, cómo y por qué se origina la fosa más profunda del planeta? La fosa de las Marianas es el resultado de un proceso de subducción. Este se produce cuando una parte del fondo marino, en este caso la placa del Pacífico, se sumerge bajo otra, la placa filipina. Las fuerzas tectónicas deformaron la placa del Pacífico, que provocó una inmersión prácticamente vertical hacia el interior de la Tierra, que a nivel marino se traduce en un ángulo relativamente suave.

A día de hoy, la mayor parte de la fosa es una zona protegida de Estados Unidos, considerada parte del Monumento Nacional Marino de la Fosa de las Marianas. Un lugar, el del océano Pacífico, que acoge algunos de los fondos marinos más antiguos del mundo, en torno a los 180 millones de años. Una de las razones que explicarían la profundidad de este lugar que, ahora, ya conocemos mejor.