Nueva acción de Futuro Vegetal. Esta vez ha sido en Eivissa, concretamente, en la mansión que Leo Messi tiene en Sant Josep. Los activistas han pintado de rojo y negro la fachada del chalet del futbolista argentino y han entrado en la finca: "Tintamos la mansión ilegal de Messi en Ibiza", han denunciado en las redes sociales.

 

@elnacionalcat ‼️ Nova acció de Futuro Vegetal. Aquest cop ha estat a Eivissa, concretament a la mansió que Leo Messi té a Sant Josep. Els activistes han pintat de vermell i negre la façana del xalet del futbolista argentí i han entrat a la finca. Els activistes asseguren que “la mansió és una construcció il·legal que el futbolista va adquirir per l'exorbitant xifra d’11 milions d’euros. #futurovegetal #messi #eivissa ♬ News, news, seriousness, tension(1077866) - Lyrebirds music

Los activistas de Futuro Vegetal aseguran que "la mansión es una construcción ilegal que el futbolista adquirió por la exorbitante cifra de 11 millones de euros. Mientras esto pasa, solo en las Balears han muerto entre 2 y 4 personas como consecuencia directa de la ola de calor. El 1% más rico de la población es responsable de la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios". Estos mensajes van acompañados de fotografías donde se puede ver a miembros de Futuro Vegetal en la entrada de la mansión y en varias zonas del jardín, como el porche o la piscina, luciendo un mensaje en el que se puede leer en inglés "Help the planet. Eat the rich. Abolish the police ("Ayuda al planeta. Cómete a los ricos. Abolición de la policía").

Futuro Vegetal casa Messi Eivissa
Activistas de Futuro Vegetal en el porche de la mansión de Leo Messi en Eivissa / Foto: Fururo Vegetal
Futuro vegetal casa Eivissa Messi piscina
Futuro Vegetal en la piscina de la casa de Eivissa de Messi / Foto: Futuro Vegetal

Futuro Vegetal: desobediencia civil y acción directa

Futuro Vegetal, una organización que se define como un colectivo de desobediencia civil y acción directa, ha protagonizado otras acciones en las últimas semanas. Así han intentado, sin mucho éxito, parar aeropuertos europeos. Lo probaron en el aeropuerto de Barcelona, cuando el 24 de julio pasado intentaron provocar el caos aéreo en las instalaciones de El Prat. Hubo al menos un detenido.