"El presidente Felix Millet, era quien lo mandaba todo en el Palau. El que lo hacía todo. Allí no se parpadeaba sin que lo supiera él. Era un superpresidente". Así ha definido Rosa Garicano, la que fue directora general del Palau, a Fèlix Millet durante su declaración en el juicio. Garciano ha insistido durante toda la declaración que no tenía firma, ni poderes, ni tarjetas de crédito y que sólo se encargaba de buscar patrocinadores, de las relaciones públicas y de la organización de los actos.
Ha negado su participación en las facturas falsas, explicando que sólo ponía una "C", dando la conformidad y trasladaba los documentos a contabilidad.
"Todos estábamos a sus órdenes y nos tenía muy controlados en todos", ha añadido Garicano a medida que iba avanzando su declaración.
También ha negado ninguna sombra de sospecha sobre la gestión del Palau: "En los años que he estado en el Palau había un clima de total confianza y de trabajo bien hecho".
Garicano ha expuesto, con tono bastante altivo durante toda la declaración, que con Millet se reunía poco. "Era muy introvertido. No explicaba nada", ha concretado del ex presidente. Y que con Jordi Montull no tenía prácticamente relación.
Gemma Montull ya exculpó a Garicano en su declaración, y hoy la ex directora general también lo ha hecho de alguna manera al decir que la hija del mano derecha de Millet era como una secretaría de su padre.
Negant Millet
Rosa Garicano ha negado que las bodas de las hijas de Fèlix Millet fueran actos promocionales para el Palau, tal como declaró ayer el ex presidente de la institución.
"A mí no se me indicó que eso fuera un acto publicitario", ha dicho. Aunque ha admitido que al cabo de un mes Josep Carreras celebró allí una boda. También ha expuesto que ella "no escogía a quien hacía las cosas", refiriéndose a las empresas que se contrataban.
La relación con Ferrovial
La ex directora general del Palau ha explicado que la relación que tenía con Ferrovial no tenía nada que ver con obras, sino que, al tratarse de uno de los patrocinadores, sólo se relacionaba con Juan Elizaga, que también está acusado en la causa, para detallar los preparativos de los actos sociales.
Garicano ha negado que conociera al otro acusado de Ferrovial, Pedro Buenaventura, pero sí que ha admitido que su marido fue asesor externo de la constructora durante "4 o 5 años", ha dicho.
Garicano aparece entre los documentos de las adjudicaciones de obras del Palau, aunque ella ha negado en todo momento que tuviera nada que ver con estos movimientos.
A preguntas de la acusación que ejerce el Consorcio del Palau, ha explicado que Montull hizo un presupuesto ficticio para Endesa.
Consorcio: ¿No tenía intervención? ¿Y como es que Montull le envía las obras de Endesa?
Garicano: ¿Sé que eso no está en la acusación? Porque no me lo han puesto. Pero le contesto. Endesa quiere poner la iluminación de la nueva plaza del palau. Quería saber cuanto costaba poner la iluminación. Pregunté a Montull. Y Montull me dijo que me enviaba un presupuesto ficticio, imaginario. Y yo le digo "escucha, de ficticio nada, envíame alguna cosa real". Porque iba a hacer una esponsorización. Tuvo un final muy feliz. Endesa pagó 49.000 euros y conseguí que se hiciera miembro de honor. Por eso salgo yo en una cosa de las obras.
Consorcio: ¿Es el único presupuesto?
Garicano: Yo he trabajado 24 años en el Palau. Si hubiera tenido alguna cosa peor ya hubiera salido.
Rosa Garicano ha cerrado la sesión de hoy, después del interrogatorio de Jordi Montull y Daniel Osàcar. Mañana comparecen los dos empresarios de Ferrovial acusados en el caso.