Fatídica advertencia de la crisis climática. Los gases de efecto invernadero se han desbocado y ya alcanzaron un nuevo máximo histórico en 2021. Así lo revela este miércoles el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que precisa que los niveles de los tres principales gases de efecto invernadero superaron todos los registros el año pasado: dióxido de carbono, metano y óxido nitroso. Un aviso que llega el mismo día que se ha publicado el demoledor The Lancet Countdown, que alerta sobre la amenaza a la salud en Catalunya y el resto del mediterráneo por la dependencia global en los combustibles fósiles.
Más en detalle, el año pasado se produjo el incremento mayor interanual de la historia de las concentraciones de metano por mor de los procesos tanto biológicos como provocados por la actividad humana. Al mismo tiempo, entre 2020 y 2021 tuvo lugar el mayor aumento de los niveles de CO₂ de la última década — superior a la tasa media de crecimiento anual de los últimos diez años. Para más inri, la OMM recuerda que estas cifras siguen creciendo en el 2022 por todo el planeta. Es un escenario que refuerza el pronóstico apocalíptico que ya había hecho esta agencia de la ONU: el planeta superará el calentamiento de 1,5 grados antes de cinco años.
Lejos de los niveles preindustriales de CO₂ y metano
Entre 1990 y 2021, el efecto de calentamiento del clima provocado por los gases de efecto invernadero aumentó casi en un 50% y el dióxido de carbono contribuyó en un 80%. Y es que las concentraciones de CO₂ fueron de 415,7 partes por millón (ppm) en 2021, valor que constituye el 149% de los niveles preindustriales. La cosa no acaba aquí: las concentraciones de metano llegaron a 1.908 partes por mil millones (ppmm) y las de óxido nitroso, en 334,5 ppmm. Esto es el 262% y el 124%, respectivamente, de los niveles preindustriales — las concentraciones existentes antes de que la actividad humana empezara a alterar el equilibrio natural de estos gases a la atmósfera.
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, ha insistido en "la necesidad vital de adoptar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura mundial aumente todavía más". "El continuado aumento de las concentraciones de los principales gases que tienen el calor y la aceleración sin precedentes de la acumulación de metano en la atmósfera muestran que vamos en la dirección equivocada", ha lamentado, a la vez que ha recordado que "existen estrategias rentables para hacer frente a las emisiones de metano" que se tendrían que aplicar ya. Sin embargo, "la prioridad principal y más urgente es reducir las emisiones de dióxido de carbono" porque son "la causa principal del cambio climático". "Tenemos que transformar los sistemas industriales, energéticos y de transporte, así como todo nuestro estilo de vida. El tiempo se agota", ha concluido.