Hasta hoy nadie, de manera oficial, lo había reivindicado ni homenajeado. La Guardia Civil ha celebrado este mediodía en Montjuïc, un acto oficial para recordar al general Antonio Escobar, el jefe de la Guardia Civil en Barcelona el año 1936 y uno de los artífices del fracaso, los primeros días del golpe de estado del general Franco en Barcelona. En el momento de la sublevación Escobar se mantuvo fiel al Gobierno, a la República y también a Frederic Escofet, comisario general de Orden Público, y al presidente Lluís Companys.

Con la derrota de la guerra cayó bajo en las garras de los militares sublevados y si bien tuvo la oportunidad de escapar de España, decidió quedarse y ser fusilado en febrero de 1940 en Montjuic, por un pelotón que él mismo dirigió y en el lugar exacto donde hoy la Guardia Civil, con su flamante directora general Mercedes González al frente, le ha rendido homenaje. Es la primera vez que el Gobierno, de manera oficial, recuerda la figura del general Escobar, que estuvo condenado al ostracismo, y sin reconocerle el rango conseguido durante la guerra, durante mucho tiempo.

Momento del homenaje al general Escobar, en Montjuïc / Cedida

El acto se ha hecho esta mañana en Montjuïc, donde fue fusilado, y después ha seguido en la delegación del Gobierno en Catalunya, en la calle de Mallorca. El acto ha contado con la presencia, además de la directora general de la Guardia Civil, del delegado del Gobierno, Carlos Prieto y otros responsables políticos del Estado en materia de Memoria Histórica. Un pelotón de honores de la Guardia Civil ha descubierto una placa en recuerdo del general y se ha hecho una ofrenda floral. El homenaje ha seguido con un acto de la delegación del Gobierno en Barcelona. Los Mossos d'Esquadra han enviado al acto la comisaria Mònica Luís en representación del cuerpo policial, dirigido entonces por el comisario Escofet, y con quien, junto con la Guardia Civil de Escobar y Aranguren Roldán evitaron el golpe de estado en la capital de Catalunya durante los primeros momentos de revuelta franquista.

Fiel a Companys, Escofet y la República

El general Escobar nació en Ceuta el año 1879 y después de pasar por varios destinos, acabó en Barcelona, donde fue el jefe de la comandancia de la capital de Catalunya justo en el momento del alzamiento militar franquista de 1936. Lejos de sumarse a la insurrección militar, el entonces coronel, a pesar de ser conservador y católico, mantuvo su fidelidad con la ley vigente y se puso a las órdenes del presidente de la Generalitat Lluís Companys y del comisario Escofet para hacer fracasar el golpe de estado. Lo consiguió en la ciudad de Barcelona, pero vio cómo después, los incontrolados anarquistas, a quienes no se quiso combatir, arrasaron iglesias, conventos y religiosos. Entre la espada y la pared, siguió fiel a la República y consiguió salvar de la muerte a personas como el obispo de Tarragona Vidal i Barraquer.

Representación de primer nivel al acto de homenaje al general Escobar / Cedida

Ya como general, Escobar lideró varias columnas para luchar para evitar el avance de las tropas de Francisco Franco y fue herido y trasladado a Francia, si bien volvió a Barcelona, fue aquí donde fue herido otra vez, en este caso, por los anarquistas. El año 1939, todavía formando parte del Ejército Popular de la República, ya ve que la guerra está perdida y en marzo de aquel año se rinde y entrega sus tropas al general Yagüe en Ciudad Real. Era el último general fiel a la República que quedaba en España y le ofrecieron una avioneta para escapar a Portugal, pero declinó marcharse.

En febrero de 1940 fue asesinado por un pelotón de fusilamiento de la Guardia Civil en Montjuïc. Desde entonces que nadie nunca lo había recordado u homenajeado de manera oficial. Sus restos mortales descansan en Montjuïc, donde fue asesinado con 60 años después de haberse mantenido fiel, a pesar de las contradicciones por la locura anarquista, a la República española.