El Govern de la Generalitat mantiene "permanentes conversaciones" con el Ministerio para la Transición Ecológica para transportar, si conviene, agua en barcos. Así lo ha explicado el president Pere Aragonès en una atención a los medios en Corea del Sur, donde ha remarcado la importancia de colaborar con el misterio para estar preparados en caso de que siga sin llover. El president ha apuntado que si la crisis hídrica se alarga "en las próximas semanas, dentro de un mes o mes y medio" se podría entrar en emergencia por sequía. "Desgraciadamente, tenemos que estar preparados para todo tipo de situación y sí, estamos cerca de tener que utilizar barcos para traer agua si la situación sigue como los últimos meses", ha sentenciado.
Teresa Ribera, quien repite en el nuevo Gobierno como ministra de Transición Ecológica, ha mostrado al conseller de Acció Climática, David Mascort, su disposición a colaborar en el transporte de agua en barcos si hiciera falta. Ribera ha trasladado su disposición a colaborar a Mascort en una reunión telemática que mantuvieron el pasado miércoles. Además, Aragonès ha detallado que "probablemente" el agua se podría llevar desde Tarragona y "desde otros lugares", que no ha concretado. "La colaboración con el ministerio es absolutamente imprescindible porque es quien fijará el coste del agua", ha remarcado el president de la Generalitat.
6 millones de catalanes en preemergencia por sequía
Oficialmente, 202 municipios de la cuenca Ter-Llobregat se encuentran en fase de preemergencia por la sequía. Eso implica que más de 6 millones de catalanes tienen el consumo de agua limitado a 210 litros de agua por persona y día. El decreto del DOGC, publicado el martes, recuerda que las entidades titulares y prestamistas del servicio de suministro domiciliario de agua tienen que adoptar las medidas necesarias para hacer efectivas las reducciones a las dotaciones.
Además, el riego de césped queda prohibido en todos los casos, excepto en superficies destinadas a la práctica federada del deporte, donde el riego se puede mantener con la mitad de la dotación establecida hasta ahora, hasta un máximo de 200 metros cúbicos por hectárea y por mes.
Las nuevas restricciones se añaden a las ya existentes en el actual estado de excepcionalidad, como la prohibición de llenar piscinas privadas, no utilizar agua potable para lavar de calles o lavar vehículos solo en establecimientos comerciales dedicados a esta actividad. También queda restringido el llenado total o parcial de fuentes ornamentales, lagos artificiales y otros elementos de uso estético del agua, excepto lagos artificiales que hagan de apoyo vital de vida acuática.