El Ayuntamiento de Girona ha retirado este lunes los símbolos franquistas que todavía pervivían en la entrada del cementerio viejo de la ciudad. Son una cruz y cinco lápidas con los nombres de los afines al régimen que murieron durante la Guerra Civil y la leyenda 'Caídos por Dios y por la Patria'. "Cumplimos con aquello que dice la Ley de Memoria Histórica y sacamos del espacio público todos aquellos vestigios de un régimen totalitario que asesinó a decenas de miles de personas y produjo una represión muy grande en el país", ha dicho el alcalde de Girona, Lluc Salellas. Las lápidas y la cruz se preservarán en el Museu d'Història y se sustituirán por una placa que recuerde a los asesinatos en la retaguardia cometidos durante la Guerra Civil.
Las cinco lápidas con inscripciones de enaltecimiento franquista datan, principalmente, de 1939. Recuerdan a aquellos afines al régimen que murieron asesinados, sobre todo durante los primeros meses de la Guerra Civil. Una de las placas hace referencia a los superiores y antiguos alumnos del Colegio de los Salesianos. Otros tres contienen los nombres y apellidos de quienes murieron el 31 de octubre de 1936 en la antigua prisión del seminario. Y la última lápida rememora a los franquistas que perdieron la vida entre el 18 de julio de 1936 y el 4 de febrero de 1939; es decir, a lo largo del conflicto bélico.
Desde la recuperación de la democracia, el Ayuntamiento de Girona ha impulsado varias iniciativas para recuperar la dignidad y la memoria de las víctimas de la dictadura y la represión franquista. Algunas de estas acciones son la retirada de las águilas franquistas del puente del agua o el cambio de denominaciones con motivos franquistas. El mes de mayo pasado, el consistorio también pidió la colaboración ciudadana para sacar las placas con insignias de la Falange de las propiedades privadas incluidas en el Censo de simbología franquista del Memorial Democrático de la Generalitat de Catalunya.
En otoño se comprobará la retirada de placas franquistas de edificios privados
Girona comprobará en otoño si las comunidades de propietarios han retirado las placas y simbología franquista que todavía hay en la vía pública y, en aquellos edificios donde no se haya hecho, el Ayuntamiento ejecutará los trabajos de manera subsidiaria. El consistorio envió en mayo 128 notificaciones a comunidades exigiendo la retirada y recordando que son elementos contrarios a la memoria democrática. En una entrevista en la ACN, el alcalde, Lluc Salellas, confiaba en que "un buen grupo" de comunidades de propietarios las habrá retirado: "En otoño haremos una revisión y, a partir de aquí, iniciaremos el proceso para sacarlas nosotros donde no se haya hecho". El objetivo es que se hayan eliminado todos los elementos en el 2025, cuando hará 50 años de la muerte de Franco.
En la ciudad todavía hay simbología fascista, buena parte en edificios privados. Por eso, y después de completar el censo municipal, en mayo el consistorio pidió la colaboración ciudadana para sacar las placas -sobretodo con insignias de la Falange- de las propiedades. El Ayuntamiento envió un total de 128 notificaciones a los titulares de las propiedades, ya fueran particulares o instituciones, recordando que la ley de memoria democrática obliga a retirarlos o a eliminarlos.
El alcalde de Girona, Lluc Salellas, remarcó que, después de enviar las comunicaciones, las comunidades de propietarios todavía estaban "dentro del periodo" de retirarlas voluntariamente. A partir del otoño, el Ayuntamiento revisará el estado de ejecución de los trabajos y, si no se han hecho, eliminará la simbología de manera subsidiaria, repercutiendo el coste después a la propiedad. "Confiamos en que un buen grupo de comunidades de propietarios ya lo hayan hecho después de recibir nuestra carta", expuso el alcalde en la ACN a finales de agosto.