El pleno de Barcelona ha aprobado crear un nuevo impuesto de recogida de residuos que se empezará a cobrar a los barceloneses a partir de julio. La nueva tasa, propuesta por el gobierno de Colau, ha sido aprobada con los votos de los dos partidos del ejecutivo (Común y PSC) e Izquierda.
Según el calendario con que trabaja el consistorio, la nueva tasa llegará a los ciudadanos a partir de julio y se computará en el recibo del agua, sumándose al importe ya contemplado en el recibo por el tratamiento de los residuos. Para el 73,3% de los hogares la cuantía del impuesto será de entre 27 y 51 euros el año.
El objetivo, según el ayuntamiento, es cumplir con la directiva comunitaria que obliga las ciudades a mejorar la gestión de los residuos e incrementar tanto la recogida como las emisiones que se derivan del tratamiento. Actualmente el 45% de barceloneses no recicla y el tratamiento de residuos municipales es responsable del 10,4% de las emisiones de CO2 en la ciudad. "Barcelona no puede mirar hacia otro lado cuando recicla menos del 40% y otros países de la UE están hoy al 80%", ha explicado al pleno al concejal de Emergencia climática y Transición ecológica, Eloi Badia.
El consistorio espera recaudar con la nueva tasa 41 millones de euros anuales, que se reinvertirán en la mejora de la gestión y del servicio de recogida selectiva. La idea es que durante el mandato se habiliten en los diferentes distritos nuevos sistemas de recogida como el puerta a puerta, contenedores inteligentes o plataformas móviles. Con todo, el consistorio no prevé poder aplicar una tasa justa e individualizada como mínimo hasta el próximo mandato.
Cálculo del impuesto
La tarifa del nuevo impuesto se calculará hoy por hoy según el consumo de agua de cada hogar, ya que según fuentes municipales, entre otros motivos, hay una correlación entre el ahorro de agua y el reciclaje.
Cuando el gobierno anunció en otoño que se crearía esta tasa ya explicó que se haría a través del recibo del agua porque hay una correlación entre el consumo de agua que hace un hogar y el nivel de reciclaje.
Por eso, argumentan que es un buen indicador y consideran que en términos generales quien ahorra consumo de agua también tiende a reciclar.
Así, a partir de mayo, el uso de la recogida selectiva de residuos empezará a computarse en la factura del agua, que incluirá este nuevo concepto, que se sumará a la tasa de alcantarillado o la de tratamiento
de residuos.
Bonificaciones
De los 760.000 hogares con contador doméstico de agua registrados en Barcelona, unas 12.500 estarán exentas de la nueva tasa porque son consideradas familias vulnerables. Por otra parte, en la ordenanza fiscal que regula la tasa de residuos se prevén también reducciones.