El Govern de la Generalitat ha declarado la excepcionalidad por sequía en 23 municipios de las comarcas del Berguedà, el Solsonès y el Ripollès que dependen de la cabecera del Llobregat. Así lo ha anunciado este martes el director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes, después de una nueva reunión de la Comisión Interdepartamental de Sequía. De esta manera, la unidad pasa al escenario de excepcionalidad (semáforo naranja) y la medida entrará en vigor tan pronto como se publique la resolución en el DOGC, prevista para la próxima semana.
Concretamente, los municipios del norte del Llobregat que se ven afectados por esta medida son: Bagà, Borredà, Capolat, Castell de l'Areny, Castellar de n'Hug, Castellar del Riu, Cercs, Fígols, Gisclareny, Gombrèn, Gósol, Guardiola de Berguedà, Guixers, la Coma y la Piedra, la Nou de Berguedà, la Pobla de Lillet, les Llosses, Saldes, Sant Jaume de Frontanyà, Sant Julià de Cerdanyola, Sant Llorenç de Morunys, Vallcebre y Vilada.
Vallirana entra en el escenario de emergencia a petición propia
La comisión de sequía también ha definido que el municipio de Vallirana se sitúe, a petición del mismo ayuntamiento, en el escenario de emergencia por el agotamiento de los recursos propios. El resto de unidades de las cuencas internas catalanas continuarán en la misma situación, de manera que, cuando se actualice la información en el DOGC, 2 zonas estarán en situación de normalidad, 2 en alerta, 11 en excepcionalidad y tres en emergencia.
Y es que a estas alturas solo hay 135 localidades de las cuencas internas catalanas que no están en fase de emergencia o excepcionalidad. Se trata de las cuencas del Ebro, que dependen de la Confederación Hidrográfica del Ebro, es decir, del Estado. El estado de excepcionalidad implica restricciones en el riego agrícola, industrial y urbano. También se reduce la dotación media por habitante y día, que pasa de 250 litros por persona al día a 230 litros.
Reyes ha explicado que los embalses están al 19% de su nivel y que Catalunya arrastra una sequía de 36 meses, mientras que en 2008 fue de 15 meses. El director del ACA ha pedido un "esfuerzo" para ahorrar agua y ha explicado que a estas alturas solo el 50% del agua que se utiliza en el sistema Ter Llobregat viene de los embalses. "Los otros vienen de la desalinización, regeneración y los pozos", ha subrayado Reyes.
Por todo ello, el ACA prevé que Catalunya entre en fase de emergencia de cara el próximo diciembre, ya que el país registra mínimos históricos.