El Ministerio de Educación estudia retrasar un año la nueva selectividad, EBAU, y reducir la importancia del nuevo examen de madurez académica que había sugerido incluir a esta, de manera que en lugar de representar un 75% de la nota pase a ser un 60%, según fuentes del departamento. En una comisión técnica que se ha celebrado este viernes por la mañana en el Ministerio de Educación diferentes comunidades autónomas han propuesto el retraso de la implantación de la prueba de acceso a la Universidad y, finalmente, 15 han votado a favor. Solo Castilla y León y Madrid se han opuesto.
La idea que la nueva selectividad entre en vigor el curso 2027-2028, en lugar del año académico anterior como estaba previsto, se debatirá el 13 de diciembre en una conferencia sectorial, en la cual participarán el ministerio y las diferentes comunidades, informa la agencia Efe. El PP ha anunciado que no participará en reuniones sobre el tema. Los populares reclaman que la nueva selectividad sea una prova única para toda España "que garantice la igualdad de oportunidades". El PP cree que la propuesta actual no la garantice.
La nueva selectividad incluye menos exámenes y una prueba de madurez. Así consta en el documento que la ministra Pilar Alegría presentó a los consejeros autonómicos hace cuatro meses. En aquel documento se especificaba que la nueva EBAU estaría plenamente implantada el curso 2026/2027.
La ministra de Educación pretende que el cambio de modelo se haga de manera "progresiva y gradual" para favorecer la adaptación del alumnado y del profesorado "con las debidas garantías". Es por eso que sugiere que el modelo actual se mantenga un tiempo en "tránsito", hasta que entre en vigor el definitivo. En este periodo, los alumnos harían cuatro ejercicios con la misma ponderación cada uno (25%): un específico sobre la modalidad obligatoria escogida, dos de materias comunes (Historia de la Filosofía e Historia de España) y un cuarto ejercicio de carácter general donde se valoren las aptitudes asociadas en el ámbito lingüístico y evalúe la madurez académica del alumnado.
El nuevo ejercicio de madurez
Así pues, será a partir del curso 2027/2028, cuando el ejercicio general de madurez pasará a suponer un 75% de la nota. Así sustituirá completamente los ejercicios de las materias comunes, "ya que se construirá sobre las competencias específicas de todas ellas". Se mantendrá el ejercicio específico de modalidad, con un peso del 25%. Es decir, el alumnado ya solo realizará dos ejercicios: uno de más globalizado y otro de materia. El Ministerio de Educación especifica que el ejercicio general de madurez constará de un dosier formado por una serie de documentos que girarán en torno a un mismo tema y que se pedirá al alumnado que haga un análisis desde diferentes aspectos y perspectivas, respondiendo a varios tipos de preguntas (cerradas, construidas y abiertas).
La prueba de madurez persigue valorar la capacidad del alumnado para analizar, valorar, extraer información o interrelacionar toda la documentación, de forma más o menos guiada mediante las preguntas o propuestas. Además, el ejercicio constará de preguntas en castellano, en la lengua extranjera que se haya estudiado y en la otra lengua oficial de las comunidades que cuenten con una. La nueva EBAU descarta una prueba única para toda España, pero sí que apuesta por acuerdos que permitan los diferentes territorios elaborar pruebas que sean homologables entre ellas.
Desde Catalunya, el Instituto de Estudios Catalanes (IEC) ha pedido una reconsideración en el nuevo diseño de la selectividad al creer que "no garantiza la competencia lingüística" del catalán, castellano u otras lenguas. La institución ha trasladado su preocupación a la ministra de Educación y ha dicho que es "imprescindible" que la formación de estudiantes preuniversitarios los dote de un nivel "suficiente" de conocimientos teóricos de gramática y, más generalmente, de lingüística y sociolingüística. Han visto "preocupando" que no conste ninguna lengua que no sea el latín en los llamados ejercicios de materia.