La puesta en servicio este viernes del tramo entre Olesa y Viladecavalls de la B-40, una vía de circunvalación que une el Baix Llobregat y el Vallès Occidental, ha venido acompañada de otra noticia que ha anunciado el ministro de Transportes, Óscar Puente: el acuerdo entre el Gobierno y la Generalitat para firmar próximamente el convenio que dará continuidad a la carretera, desde Terrassa hasta Sabadell, un tramo muy reivindicado por los alcaldes socialistas de las dos ciudades, y que el PSC consiguió incluir en el pacto de los presupuestos con ERC, aunque no ha aclarado cuántos carriles tendrá, que era uno de los puntos de discrepancia entre los dos gobiernos. En este sentido, el ministro de Transportes prevé que la firma del convenio se pueda hacer efectiva en poco tiempo, pero ha reconocido que todavía es pronto para fijar una previsión de cuándo podrían empezar las obras. Primero hará falta que el Govern y el Ministerio se pongan de acuerdo en el modelo de vía que se construirá, y que hay que encontrar el encaje entre una vía de alta capacidad, como quiere el Gobierno, y una ronda urbana, con un carril por sentido, como prefiere el Govern. La inversión de la carretera que se construirá entre Terrassa y Sabadell, cifrada en unos 200 millones de euros, correrá a cargo del gobierno español.
Una inversión final de 300 millones por 6 km
"Quiero anunciarles que hemos llegado a un acuerdo con la Generalitat y hemos cerrado el texto del convenio para dar continuidad a esta B-40 con la ronda Nord entre Terrassa y Sabadell. Crearemos así un corredor vital que conectará las dos capitales del Vallès y aliviará el tráfico de las dos ciudades", ha afirmado el ministro Óscar Puente. A partir de ahora, con el acuerdo cerrado, y a partir de la firma del convenio, Puente ha afirmado: "La Generalitat se encargará de la redacción del proyecto, nosotros nos encargaremos de la supervisión y de la aprobación final. Una vez aprobado el proyecto, someteremos a licitación la obra, y eso llevará todavía un tiempo". El ministro ha reconocido que el trazado y el número de carriles que tendrá la vía todavía no están contemplados", pero que "intentaremos avanzar, hay tramos que cuentan con más consenso y otros con menos, a base de diálogo intentaremos remover los obstáculos para seguir avanzando y encontrar una solución satisfactoria".
Puente también ha celebrado la puesta en servicio del tramo entre Olesa y Vidadecavalls que se ha puesto en servicio este viernes, que da respuesta "a la necesidad de que existía y que existe de conectar dos comarcas que son el motor industrial de Catalunya. Ponemos en servicio un tramo de 6 km que ha supuesto una versión total, en cifras redondas, de 300 millones de euros", y no los 250 que se habían anunciado, y que ya doblaban el presupuesto previsto cuando se iniciaron las obras hace años. El ministro de Transportes también ha destacado sobre el tramo inaugurado tanto el ahorro de tiempo como de distancia que comportará para muchos usuarios. Estimamos que cada día será transitado por más de 43.000 vehículos al día, de los cuales el 20% será tráfico pesado. Alguien que quiera ir de Sabadell al Bruc a partir de ahora recortará más de 13 km, se ahorrará diez minutos y lo que también es importante, lo hará de manera mucho más segura. Y se traducirá en más de 28.000 toneladas de CO₂ menos solo el primer año de servicio".
Continuidad garantizada hasta Sabadell
Hay que recordar que el Gobierno y el PSC pactaron la continuidad de la B-40 entre Terrassa y Sabadell en febrero de 2023 a cambio de que los socialistas dieran apoyo a los presupuestos de la Generalitat, ya que inicialmente el Ejecutivo de Pere Aragonès rechazaba esta infraestructura. En el mes de diciembre, después de meses de negociaciones, el Gobierno aprobó la modificación legal, vía decreto, que permitirá a la Generalitat hacerse cargo de las obras de la carretera B-40, ronda Nord o Quart Cinturó, tal como recogía el BOE publicado el 28 de diciembre. Según el acuerdo de presupuestos, el convenio de la B-40 se tendría que haber sellado antes del 31 de marzo del 2023, pero se fue retrasando por desacuerdos entre las administraciones sumados a los cambios al frente del Ministerio de Transportes. Aunque la continuidad de la B-40 estaba garantizada, el Gobierno y el Ministerio de Transportes mantenían una discrepancia que todavía no se ha aclarado sobre cómo tiene que ser la continuidad de esta vía en este tramo, que la Generalitat ya no denomina B-40, sino ronda Nord. El Govern es partidario de que el tramo entre Terrassa y Sabadell no sea una vía de alta capacidad como la B-40, que en algunos tramos tiene hasta tres carriles por sentido, y tampoco es partidario de hablar de alargar esta vía más allá de Sabadell, en dirección a Granollers.