El Ministerio de Sanidad ha modificado el decreto sobre autorización de centros sanitarios para prohibir a los médicos que no tengan una especialidad en cirugía plástica que puedan practicar operaciones quirúrgicas de estética. El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este sábado una orden ministerial que limita a los profesionales que pueden hacer cirugía estética, con el fin de garantizar la seguridad de los pacientes y que los procedimientos les hagan solo profesionales con la formación y titulación adecuadas, y entrará en vigor a partir de este domingo.

La nueva ley modifica el decreto de 2003 en uno de sus anexos, el referido a la definición de unidad asistencial de cirugía estética. A partir de ahora solo podrán hacer estas operaciones a los médicos con la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, u otras especialidades quirúrgicas o médico-quirúrgicas que incluyan formación específica en cirugía estética en su programa formativo oficial. Aparte de limitar las operaciones a los profesionales con formación específica, estos solo podrán hacer cirugías en las áreas que estén directamente relacionadas con su especialidad médica.

La medida se ha tomado a raíz del aumento de intervenciones de este tipo y la proliferación de centros que las ofrecen, que han generado una creciente demanda para controlar mejor la actividad. Desde el Ministerio de Salud son conscientes del "notable aumento de intervenciones quirúrgicas estéticas y la proliferación de centros que las ofrecen, ha generado una creciente demanda social y sanitaria para que se controle mejor esta actividad". El Congreso ya aprobó en el 2022 una proposición no de ley con el objetivo de "reforzar la normativa para prevenir el intrusismo y asegurar que todas las actividades sanitarias sean llevadas a cabo por profesionales debidamente cualificados|calificados".

Una victoria para la familia de Sara

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha declarado que la normativa es una "victoria enorme" de la familia de Sara, una mujer que murió después de someterse a una operación estética en un centro que no tenía todas las garantías necesarias. "La lucha de su familia ha sido clave para conseguir este cambio tan importante", ha añadido, remarcando que se da un paso hacia un sistema de salud "más seguro". Sara Gómez, de 39 años y vecina de Alcantarilla en Murcia, murió en enero de 2022 después someterse a una lipoescultura, un tipo de liposucción, en un centro estético en Cartagena, que no cumplía las medidas sanitarias correctas.