El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha registrado este jueves un escrito delante de la Fiscalía en lo que pide que se impida la celebración del torneo del Toro de la Vega, el cual está programado para el próximo martes por primera vez después de la pandemia. La secretaria de Estado para la Agenda 2030, Lilith Verstrynge, y el director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, han comparecido ante los medios después de presentar la solicitud en la fiscalía. Los dos han detallado que la demanda de medidas cautelares incurre en un presunto delito de maltrato animal, alegando además que se está "trampeando" el mismo reglamento autonómico, el cual censura la tortura y la violencia hacia los animales.
"Es una fiesta que no se tendría que hacer en pleno siglo XXI, la realidad que son lanzas de más de tres metros con heridas de hasta 12 centímetros que pueden provocar heridas de hasta 12 centímetros, perforar órganos vitales y generar hasta la muerte", ha subrayado Verstrynge. Desde el departamento se considera que la legislación vigente ya prohíbe estos actos, pero que con el Toro de la Vega se está pasando por alto la normativa autonómica. Por eso se pide su paralización y considera que el Toro de la Vega está "muy alejado de los valores de la mayoría de la sociedad española y del espíritu de unas fiestas populares".
Sufrimiento a un animal
Todo el escrito del Ministerio se sustenta en el dolor que provoca el torneo al toro, incluso con las modificaciones del reglamento que se han hecho últimamente. Justamente el cambio de bases es uno de los problemas que señalan desde la institución. Se alega que sus nuevas bases contravienen el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de Castilla y León, ya que aunque ya se prohíbe dar muerte en público al animal, permiten clavarlos lanzas con punzones, cosa que estima que supone además un delito de maltrato animal. Desde el Ministerio recuerdan que el mencionado reglamento establece que "en todos los espectáculos taurinos populares queda prohibido herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otra manera cruel las cabezas de ganado, así como darles muerte en presencia del público".
"Creemos que después de estos años de pandemia en que no se ha celebrado, este Toro de la Vega es el momento perfecto para decir que están incumpliendo su propio reglamento autonómico y están intentando trampearlo y modelarlo de manera que se puedan seguir celebrando estas fiestas, pero es una fiesta que no se tendría que estar celebrando en pleno siglo XXI", ha sentenciado Verstrynge.