El periodista Saül Gordillo ha interpuesto una demanda por despido improcedente ante el juzgado de lo social de Barcelona, después de que la empresa de comunicación donde trabajaba lo despidiera a causa de las acusaciones de agresión sexual que pesan sobre él. Según afirma Gordillo, las acusaciones son "falsas e infundadas", la misma posición que ha mantenido desde que se hicieron públicas las acusaciones y posteriores denuncias. El periodista considera que la decisión que tomó la empresa una vez se habían presentado las denuncias de las dos trabajadoras agredidas le ha causado un gran perjuicio personal y profesional. Por este motivo, ha reclamado una indemnización por daños morales de 450.015 euros en caso de despido improcedente.
Gordillo alega que se vulneraron sus derechos fundamentales de defensa al honor, a la intimidad personal y familiar y a la presunción de inocencia. Gordillo, actualmente investigado, fue destituido el pasado enero después de dos denuncias de agresión sexual de redactoras del periódico digital que dirigía. El periodista también ha acusado a los medios de haber hecho un seguimiento informativo del caso "parcial, tendencioso e incriminatorio". El periodista fue acusado por dos trabajadoras del mismo medio de haber cometido agresiones sexuales contra ellas la noche del pasado 1 de diciembre, después de la cena de empresa, y aunque él ha negado rotundamente estas acusaciones, la empresa donde trabajaba decidió despedirlo.
Las declaraciones de Gordillo ante la justicia
Saül Gordillo declaró el día 2 de marzo ante la jueza de Badalona y afirmó que mantuvo "actos íntimos consentidos" con una subordinada suya del periódico digital Principal (la segunda denunciante), mientras que la redactora ratificó, tres horas antes, que fue una agresión sexual, que habría sufrido en el interior del vehículo de él, cuando la llevaba a su casa. El abogado de Gordillo afirmó que "no hay ninguna prueba ni evidencia que la sumisión química que describe sea imputable a Gordillo", y ha insistido en que la denunciante ha declarado que "no recordaba nada".
Con respecto a la segunda denuncia, el exdirector del medio Principal declaró al juez de Barcelona que lo investiga por una denuncia de agresión sexual que los tocamientos que hizo a una redactora subordinada suya en el diario fueron consentidos. "En las imágenes (de una cámara de seguridad) se ve una escena lúdica, divertida, donde personas adultas están interactuando en una situación absolutamente ajena al Código Penal. ¿Hay algún tocamiento de carácter sexual no consentido? En absoluto", afirmó el abogado de Gordillo, Carles Monguilod. Los hechos pasaron en la discoteca Apolo de Barcelona el 1 de diciembre pasado, después de la cena de empresa de Navidad.