En la última reunión del Consell Executiu, el Govern ha decidido endurecer el criterio de aplicación del toque de queda en los municipios de toda Catalunya. Ahora mismo, esta es una de las principales restricciones para evitar la propagación de la covid y frenar la quinta ola.

Hasta ahora el confinamiento nocturno se aplicaba a las poblaciones de más de 5.000 habitantes donde hubiera una incidencia acumulada mayor a los 400 casos por 100.000 habitantes a una semana (IA7). Hoy, sin embargo, este criterio ha sido actualizado y se ha endurecido: pasarán a formar parte de la lista de municipios afectados aquellos que tengan una IA7 igual o mayor a 250 casos. Según ha explicado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, este cambio se debe a un aumento de la presión sanitaria, con la atención primaria desbordada,  2.226 personas hospitalizadas por coronavirus, 589 de las cuales críticas en las UCI.

Criterio demasiado alto

Además, según ha apuntado Plaja, este nuevo baremo está justificado: "Marcamos un criterio extremadamente alto con 400 casos por cada 100.000 habitantes, cuando con 150 casos el riesgo ya es alto", ha concluido la portavoz. Según el Gobierno, una incidencia superior a los 250 casos, el nuevo límite marcado en Catalunya para imponer el toque de queda, indica un riesgo extremo. Ahora mismo, según los datos del Ministerio de Sanidad, la incidencia a siete días global en el país es de 320,06 casos, mientras que en 14 se fija en los 845,38.

Con este nuevo criterio, la restricción afectará a muchos más municipios, que hasta ahora no llegaban al límite. El pasado jueves, se aprobó en 162 poblaciones catalanas, tres menos que en la anterior actualización.

Por otra parte, ha habido otro cambio en la aplicación del confinamiento nocturno. Si hasta ahora el Govern pedía al TSJC que lo avalara cada semana, en esta ocasión lo hará para dos.

El retorno del toque de queda

Con el fin del estado de alarma el pasado sábado 9 de mayo, también se acabó el toque de queda, que en Catalunya estaba vigente desde finales de octubre. En Catalunya era de los más estrictos: se aplicaba entre las diez de la noche y las seis de la madrugada.

Con el aumento de la quinta ola y después de ver como la justicia lo avalaba en otras regiones, el Govern lo volvió a aplicar con la aprobación del TSJC a partir del 17 de julio, entre la una y las seis de la madrugada. Esta fue una de las medidas que se implementaron para intentar frenar unos contagios que iban en aumento desde finales de junio. También continúan vigentes otras, como la limitación de las reuniones sociales a 10 personas o la prohibición de comer y beber en la calle.

En aquel momento, el presidente Aragonès lamentó que "la situación es extremadamente frágil. Tomamos una decisión difícil pero imprescindible" a la vez que se comprometía a "revertir la medida tan pronto como la pandemia lo permita".

En la imagen, Barcelona vacía en una noche de toque de queda / Carlos Baglietto