El Govern tiene previsto iniciar en verano del año que viene las obras para retirar el monumento franquista del río Ebro en Tortosa (Baix Ebre), el vestigio mayor de la dictadura en Catalunya, inaugurado en 1966 para conmemorar la victoria nacional en la Batalla del Ebro.
En rueda de prensa desde Tortosa, coincidiendo con el 45.º aniversario de la muerte del dictador, el vicepresidente del Gobierno, Pere Aragonès, y la consellera de Justicia, Ester Capella, han anunciado que se han iniciado ya los trámites para retirar el monolito franquista, cosa que se estima que costará unos 200.000 euros. "Hacemos un acto imprescindible para restituir la dignidad de los millares de personas que sufrieron la crudeza de la Guerra Civil y de la represión franquista", ha dicho el vicepresidente.
En el pedestal sobre el cual se erige el monumento -los restos de un antiguo puente que los republicanos volaron en su retirada-, no está previsto levantar ninguna obra, aunque un grupo de trabajo estudiará las fórmulas para dejar constancia que en este lugar|sitio estuvo en pies durante más de medio siglo un monolito franquista.