Durante la COP25, Greenpeace ha lamentado que se ha "cerrado literalmente la puerta" a la ciencia y a las exigencias de la sociedad civil, que pedían acordar soluciones urgentes y ambiciosas a la emergencia climática. "En cambio, los políticos se pelearon por el modelo de tráfico de emisiones del 'Artículo 6', que amenaza los derechos de los pueblos indígenas y pone un precio el medioambiente", ha precisado.
En su opinión, los equipos políticos enviados por los países a la Cumbre del Clima "no han mostrado ninguna o poca intención de alcanzar compromisos para reducir las emisiones a la velocidad e intensidad que, según la información científica, se necesitan para limitar el calentamiento global a 1,5 grados".
"Los Gobiernos deben replantearse totalmente cómo han actuado, porque el final de esta COP es totalmente inaceptable", ha criticado la directora de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan.
En la misma línea, ha asegurado que la COP25 "ha sido más bien política" y que en ella se ha visto cómo los "grupos de presión de los sectores más contaminantes torpedean las negociaciones, así como la profunda desconfianza de la juventud hacia la clase política".
"Necesitamos un cambio sistémico en el que las personas puedan confiar, los equipos de negociación deben volver a casa y recapacitar. Pero también hemos visto algunas fuerzas positivas, por ejemplo la Coalición por una Alta Ambición nos ofreció un halo de esperanza esta semana, y los pequeños estados insulares se están fortaleciendo día a día, manteniendo vivo el Acuerdo de París", ha comentado Morgan.
Por su parte, el director de Greenpeace en España, Mario Rodríguez, ha subrayado que la clase política "no puede seguir haciendo oídos sordos a la evidencia científica y al clamor social que exige una respuesta contundente y urgente a la emergencia climática".
Para Rodríguez, España ha hecho "un gran trabajo" con la organización de la COP25, de la que sale un "importante" apoyo social y político para "reforzar" la lucha contra el cambio climático. "A esto se ha sumado la decisión del Consejo Europeo de pedir a la Comisión que presente unos objetivos climáticos más ambiciosos para 2030 para llegar en tiempo a la COP26", ha precisado.
En este contexto, el jefe de la delegación de Greenpeace Internacional en la COP25, Juan Pablo Osornio, ha lamentado el "decepcionante" resultado de la Cumbre. "Necesitamos espacios multilaterales alejados de los intereses privados de unos pocos que nos siguen bloqueando para que se alcance el futuro que queremos y sabemos que es posible", ha criticado.
Por último, el director de Greenpeace en Chile, Matías Asun, ha resaltado que, a pesar de ostentar la Presidencia de la COP25, Chile "no ha logrado un progreso significativo contra la emergencia climática". "Hemos perdido una oportunidad perfecta para mostrar el liderazgo climático que necesitábamos", ha dicho.