Los Mossos d'Esquadra buscan 17 nuevos agentes para formar parte del Grup Especial d'Intervenció (GEI), un grupo de élite de la policía catalana, especializada en escenarios críticos como secuestros, personas atrincheradas con armas o asaltos en viviendas donde la respuesta pueda ser hostil por parte de los objetivos de la policía. Hoy se ha hecho oficial esta nueva promoción interna que tendrá que escoger, entre todos los aspirantes, este nuevo a diecisiete agentes que formarán parte del GEI; se pueden presentar todos los agentes que haga más de un año que sean funcionarios de la policía de la Generalitat o que ya formen parte, de manera provisional, del GEI.
A pesar de que en esta oposición, una de las más duras que se hacen al cuerpo con respecto a las pruebas físicas, no hay reserva de plazas para mujeres, sí que se han adecuado, por primera vez, las pruebas a las aspirantes mujeres, diferenciándolas de las de los hombres. Es el único punto de las pruebas de oposición donde habrá diferencias entre hombres y mujeres. Las pruebas físicas, por los dos sexos, son muy exigentes.
Ninguna mujer ha superado, en esta fase, las pruebas físicas que se han hecho, otros años, para poder entrar al Grup Especial d'Intervenció de los Mossos. Si alguna mujer supera las pruebas físicas entrará en la fase final, donde se buscan competencias en el desarrollo de las funciones que tiene que hacer este grupo especial, y en las cuales se evalúan en la fase de adaptación a la tarea y en este periodo las diferentes situaciones son iguales para las mujeres y para los hombres.
Las pruebas para ser del GEI
Los agentes que ya forman parte del GEI y quieren la plaza en propiedad o los agentes que, desde otras ramas del cuerpo, quieren acabar llevando el escudo del GEI, tendrán que superar, en las pruebas físicas, cinco ejercicios, muy duros. Una carrera de 800 metros en una pista de atletismo. Si se hace con 2:16 minutos, los hombres, o 2:39, las mujeres, se consigue a un 10. El segundo ejercicio es un circuito de agilidad con varias pruebas, que acaban con una carrera con un saco de 15 kg para las mujeres y 20 kg para los hombres; que si se hace con 16'30 segundos, los hombres, o 18'90 segundos, las mujeres, se obtiene un 10.
El tercer ejercicio es pressbanca, o presión sobre banco. En este caso, 15 repeticiones es un 10; en 45 segundos. La variación está en el peso. Los hombres tienen que levantar 65 kg y, en cambio, las mujeres, 42 kg. El cuarto ejercicio es acuático, que mezcla natación, apnea y habilidad. Para parar el cronómetro, hace falta quitarse la camiseta y dejarla fuera del agua, sin tirarla. Si se hace con 0:42 minutos a los hombres o 0:52 minutos las mujeres, se obtiene un 10.
El quinto ejercicio de estas duras pruebas físicas es un combinado que consta de seis estaciones. Arrastre de maniquí, castellet, girar neumático, subir y bajar gradas con un chaleco antibalas y un saco al cuello, saltar o pasar por debajo de vallas y, finalmente, el plinto. Para poder conseguir 10 puntos habrá que superarlo con menos de 4:55 minutos, los hombres, o 6 minutos, las mujeres.
Esperando la primera GEI de la historia
Después de las pruebas físicas, los aspirantes a entrar en el GEI también tendrán que superar una prueba psicoprofesional y una prueba de adaptación a la tarea, que, en este caso, no habrá diferencias entre hombres y mujeres. Si eso se supera, los escogidos harán el curso de especialización y también tendrán que completar la fase de prácticas antes de recibir la plaza en el grupo especial en propiedad. Si todo va bien, el GEI tendrá diecisiete nuevos operadores -algunos de los que quizás superan las pruebas ya forman parte, en comisión de servicio, de la unidad- y, quizás, también, la primera operadora femenina de la historia del grupo especial. Candidatas no faltarán.
El Grup Especial d'Intervenció, el GEI, o indicativo ULI, son los agentes que se enfrentan a las situaciones más complicadas, enfrentamientos que pueden desencadenar con intercambios de tiros, rescates de personas secuestradas o asaltos en viviendas dónde, por la información policial, las personas que hay dentro pueden responder con armas de fuego. Este grupo, que cuelga de la Comisaría General de Intervención, del intendente Miquel Hueso, es una de las más secretas del cuerpo, de la cual no se conocen muchos detalles públicamente, tampoco oficialmente cuántos agentes tiene y siempre que intervienen lo hacen con la cara tapada como un nivel más de autoprotección, más allá de los chalecos antibalas, los cascos balísticos y el armamento.
Se fundaron a final de los años 80, bajo la instrucción de los Spezialeinsatzkommandos (SEK) de la policía alemana y entraron en servicio antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona del año 1992 y desde entonces han participado en centenares de incidentes y operativos policiales.